La lluvia ya está aquí. Los que nos movemos por la ciudad en bicicleta sabemos que eso no es un impedimento en absoluto. Pero aun así, conviene tener presentes una serie de consejos sencillos que te pueden ser muy útiles en caso de chaparrón. No te pierdas el nuevo Ciclodiario en el que te lo contamos todo.ç
1. Sé prudente.
Reduce la velocidad y extrema el cuidado en todas tus maniobras: las posibilidades de resbalar se multiplican con el asfalto mojado, especialmente en pasos de cebra y elementos metálicos que encuentres en tu camino. Inclínate menos de lo habitual en las curvas y mantén siempre la distancia de seguridad. Ojo a los charcos, sobre todo si no conoces su profundidad. El agua estancada no solo te moja, sino que también puede ser muy peligrosa: nunca sabes lo que hay debajo. Puede que solo sea un charco, pero también puede haber un bache, una rejilla…cualquier cosa: evítalos. Eso sí, antes de hacerlo asegúrate de mirar por encima del hombro que no venga un coche, no vaya a ser peor el remedio que la enfermedad.
2. Mantente seco.
Un buen chubasquero será tu mejor aliado. Si la lluvia viene acompañada de frío, no olvides llevar una camiseta interior transpirable para no destemplarte con el sudor. Usa también unos buenos guantes y un calzado apropiado para la lluvia, acompañado de un par de calcetines extra: pueden serte útiles. Oro elemento que puede resultar clave sonlos cubrebotas o cubrezapatillas. Muy, muy útiles. Y si quieres una versión barata, nada como las clásicas bolsas de plástico. Si usas gafas, existen productos para evitar que se empañen. Y por último: protege tu cabeza. Si llevas capucha, perfecto. Pero si llevas casco, una gorra puede ser una aliada fundamental. Porque las rejillas de ventilación son una gran idea para combatir el calor, pero no para cuando llueve.
3. Sé visible.
Siempre es fundamental llevar luces delanteras y traseras, pero con lluvia, aún más. No olvides que tu visibilidad se resiente significativamente bajo un aguacero, así que lleva siempre unas luces poderosas y con las pilas a tope. Si además incorporas prendas con elementos reflectantes, mejor aún.
4. Usa guardabarros.
Hazlo… a no ser que quieras llegar a tu destino hecho un auténtico desastre. Si tu bici no tiene, recuerda que los hay portátiles y caben en un bolsillo.
5. Revisa tus ruedas.
Comprueba que el dibujo de los neumáticos está en buen estado y echa un vistazo a la presión. En este último aspecto, un pequeño truco: si desinflas un poco las ruedas ganarás un extra de adherencia que podrá resultarte enormemente útil.
6. Cuida tu bici tras la lluvia.
Empezando por la cadena. Seguro que después de un paseo bajo la lluvia, te toca ducharte y secarte inmediatamente. Lo mismo pasa con la cadena de tu bici. Conviene usar un desengrasante y luego limpiarla cuidadosamente, para después lubricarla. Esto puede duplicar la vida de tu cadena.
Cuéntanos, ¿qué haces para protegerte en días de lluvia?