El texto todavía no está aprobado, pero sí están discutiéndose las normas que constituirán el nuevo Reglamento europeo sobre baterías. En concreto, el 15 de febrero fue cuando el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea inició un nuevo debate encaminado a un reglamento que sustituirá al aprobado en 2006, y que prevé que todas las baterías de vehículos eléctricos, grandes industrias y medios de transporte ligeros deberán declarar su huella de carbono.
Impacto en el sector ciclista
El texto del Reglamento sobre baterías constará de más de 300 páginas se está ultimando, y la votación final en el Parlamento y el Consejo se celebrará entre junio y julio (tras posponerse). De este modo, el nuevo Reglamento entraría en vigor, como pronto, a finales de agosto.
La nueva legislación tendrá un gran impacto en el sector de las bicicletas, especialmente en lo que concierne a sus baterías: clasificadas hasta ahora como baterías industriales, a partir de ahora serán clasificadas como baterías de medios de transporte ligeros.
La nueva legislación tendrá un gran impacto en el sector de las bicicletas, especialmente en lo que concierne a sus baterías: clasificadas hasta ahora como baterías industriales, a partir de ahora serán clasificadas como baterías de medios de transporte ligeros (LMT). El Reglamento no sólo versará sobre las baterías en sí, sino también sobre componentes periféricos como luces, pantallas o dispositivos antirrobo. Según explican en la web Bike Europe, "lo más probable es que estas baterías entren en la categoría de baterías portátiles".
Cuestiones pendientes
Sin embargo, hay mucho más, porque quedan varias cuestiones del Reglamento por definir antes de su entrada en vigor. Así, por ejemplo, la Comisión Europea tendrá que cuantificar elementos como el contenido mínimo reciclado que debe utilizarse, una metodología en cuanto a la recogida, parámetros para valorar la vida útil y el estado de las baterías o su rendimiento. Además, la comisión quiere que las normas cubran toda la vida de la batería y que las baterías nuevas contengan niveles mínimos de cobalto, plomo, litio y níquel reciclados.
Las baterías también deberían informar a través de un código QR de su capacidad, rendimiento, durabilidad o composición química.
Pero, por supuesto, uno de los elementos clave será la obligación de declarar la huella de carbono de cada batería, algo que podría aplicarse dentro de cinco años. Las baterías también deberían informar a través de un código QR de su capacidad, rendimiento, durabilidad o composición química. Dicho etiquetado y códigos QR tendrán que implantarse en los próximos tres y cuatro años.
Este llamado "pasaporte para baterías" es un anticipo del llamado "pasaporte digital de productos" (DPP), que la Comisión Europea prepara para dentro del Green Deal Europe para obtener la máxima trazabilidad posible en lo que respecto a productos no cubiertos por una legislación específica.