Mi vecino es un ladrón. Puede pagarse una bici pero prefiere quedarse con las de BiciMAD, supongo que por eso de que son motorizadas. Alguna noche llega con su transporte público secuestrado y lo esconde con mayor o menor disimulo en el portal o en el jardín. Luego se va a su casa y lo recupera por la mañana. Si tú también ves como esta y no sabes qué hacer te explicamos el procedimiento.
Supongamos que, como yo, tienes un vecino amigo de lo ajeno. Puede que sea simpático, vista bien y siempre dé los buenos días… pero te roba. Bueno, nos roba a todos, que al fin y al cabo BiciMAD lo pagamos todos los madrileños (es lo que tienen los servicios públicos). Ante esto, si no sabes muy bien cómo reaccionar, te hago un pequeño resumen ya que, para nuestra desgracia, me he topado con varios de estos incívicos individuos.
Antes de nada explicar que requiere colaboración ciudadana, pero no te alarmes, no supone mucho esfuerzo. Oficialmente, según me ha confirmado el Community Manager de @BiciMAD, hay dos sistemas para garantizar que se recupere la bicicleta: Informar por redes sociales o llamar a la policía municipal (092). Luego, si eres más lanzado, te propondré otra alternativa totalmente compatible con las anteriores.
@BricheII puedes avisarnos en #RRSS o contactar con @policiademadrid en el 092, muchas gracias por tu colaboración.
— BiciMAD (@BiciMAD) October 20, 2015
Avisar por redes sociales: Si ves una bici abandonada, con echar una foto con el móvil donde se vea el número de serie que hay debajo del sillín es suficiente. La tuiteas a la cuenta oficial de la empresa (@BiciMAD) diciendo la ubicación y, en cuanto puedan, se pasarán a recogerla. Si os fijáis en su Twitter casi todos los Tweet son agradecimientos a ciudadanos que colaboran en esta tarea. ¡Así que no estarás sólo!
Llamar a la Policía Municipal: la opción recomendable si ves al responsable. Vamos, lo mismo que harías si ves a un tipo saqueando coches.
Quizás parezca una opción exagerada pero ten en cuenta que el ladrón, aunque sea tu vecino, es lo suficientemente imbécil como para robar una bicicleta pública. Si intentas hablar con él igual se le va la olla y tampoco queremos problemas. No te preocupes: recuerda que las denuncias llamando al 092 son anónimas. Cuando venga el coche patrulla explicas a los agentes qué pinta tenía el tipo, dónde está la bici, y te marchas. Sí, igual tienes que esperar 15 minutos, pero es para tanto. Recuerda que esta debe ser la opción si ves que esto pasa en otro portal que no sea el tuyo o el de un conocido, si ves que guarda la bici en un edificio que no es el tuyo no te cueles, igual te ve algún vecino y piensa que el liante eres tú.
Hablando con la Policía me dijeron que los ciudadanos no podemos hacer más. Ellos sacan la bici –si es que el fulano no se la ha llevado a su casa, que eso sería más problemático-, la precintan en la farola más cercana, llaman a BiciMAD para que la recoja en cuanto pueda y se van a hacer sus cosas. Tampoco pueden quedarse custodiando el lugar porque tienen más asuntos que atender. Luego –o al día siguiente si pueden– intentarán encontrar al responsable con la ayuda de tu certera y anónima descripción. Cuando yo lo hice sé que el joven ladrón, antes de salir, tuvo una agradable charla con el portero que, después de todo, había sido informado por la Policía.
Es importante recordar que el usuario de BiciMAD puede tener la bici alquilada el tiempo que quiera pero, a partir de las 2 horas, tendrá que pagar 4€ cada hora. Podría ser que haya subido un rato a casa para bajar al cabo de unos minutos. Tiene que ser muy evidente lo que está pasando. En mi caso, en Prosperidad, donde todavía no ha llegado este útil servicio, el joven ladrón escondió la bici detrás de unos arbustos del jardín –por segundo día consecutivo- y se fue a su casa para volver a por ella por la mañana. Obviamente, no estaría pagando 80€ euros por día teniendo en cuenta que con esa tarifa podría comprar una bicicleta de oro al cabo de una semana.
Además de estas opciones siempre tienes una tercera posibilidad, llevar la bici a otro sitio y avisar a BiciMAD por Twitter o, incluso, devolver tú la bici y dejarle una nota recordándole que no te gusta que te roben (si lo haces enfundado en un disfraz de superhéroe lo bordas). En caso de que sea un chaval joven –como fue en mi caso-, también puedes avisar a su madre o dejar una carta en el buzón
BiciMAD es un servicio muy útil que, lejos de ser perfecto, no puede mejorar mientras no nos concienciemos de algo muy sencillo: es de todos.
Poco podemos hacer para parar los robos a gran escala que afectan a nuestro país –más allá del voto, claro-, pero para algo que sí está en nuestras manos mejor colaborar. Estoy seguro de que a ese chaval, el que escondía la bici en el jardín, si le preguntase si quiere una ciudad más limpia, segura y con buen servicio público me diría que sí. Para lograr eso sólo hay que luchar contra este tipo de actitudes.