No es la primera vez que se hace: de nuevo, una carrera urbana entre distintos medios de transporte dio como vencedora a la bicicleta. Fue el 19 de septiembre cuando, con motivo de la Semana Europea de la Movilidad, el Ayuntamiento de Bilbao propuso un recorrido entre la plaza de San Agustín y el centro de ocio de la Alhóndiga de la plaza de Arriquibar, aproximadamente 1,7 kilómetros.
Distintos ciudadanos se apuntaron al avento, utilizando distintos medios de transporte: públicos (metro, taxi, autobús y bicicletas del servicio de prestamo) y privados (bicicleta y coche). Uno de los presentes también hizo el recorrido a pie. El cronómetro medía, además del tiempo empleado en el trayecto, los plazos de espera en el caso de los servicios públicos o el estacionamiento en el de los coches.
El coche fue el más lento
¿Quién ganó? La bicicleta privada, que empleó 12 minutos en recorrer el trayecto. Después llegaron el taxi (13 minutos), la bicicleta del Bilbonbizi (14 minutos), los usuarios del metro y el autobús (18 minutos) y el ciudadano que caminó (19 minutos).
El más lento fue el coche privado. Necesitó 26 minutos, repartidos entre el trayecto en sí y el tiempo necesario para encontrar un lugar para aparcar y llegar al punto de encuentro. No solo eso: el coche emitió 0,26 kg de CO2 en el camino, mientras que la bicicleta, está claro, no contaminó en absoluto.