Cualquiera que se dé una vuelta por la plaza de San Ildefonso (o, como la conocen popularmente los madrileños, la plaza del Grial), se dará de morros con un establecimiento muy especial. Desde hace un año, La Bicicleta Café se ha convertido en uno de los rincones más atractivos del barrio de Malasaña. Un lugar para disfrutar del mejor café, pero también una sala de exposiciones con la bicicleta como protagonista, un espacio para trabajar -su wifi gratuito atrae durante el día a multitud de jóvenes y no tan jóvenes- y un garito perfecto para tomar una copa cuando cae la noche. Todo un epicentro para una cultura, la del ciclismo urbano, que vive en el barrio una explosión sin precedentes. Ciclosfera ha hablado con Quique Arias, uno de sus responsables.
Se cumple un año de La Bicicleta Café. ¿Cómo resumirías los últimos 12 meses en pocas palabras?
Ha sido el período más gratificante personal y profesionalmente de mi vida y probablemente el más feliz. Especialmente si lo comparamos con los 12 meses previos que invertimos en resolver todos los infinitos trámites burocráticos necesarios para poner en marcha el proyecto. Por muy topicazo que suene, es literalmente un sueño hecho realidad.
¿Crees que os habéis convertido en un referente para la creciente cultura del ciclismo urbano?
Uno de nuestros objetivos al abrir el local era el de convertirnos en un punto de encuentro de los aficionados del ciclismo urbano. Queríamos ser en cierta manera un aglutinador del movimiento, y una plataforma para aquellos ciclistas implicados con ganas de hacer cosas. De ese modo no hemos parado de organizar todo tipo de eventos desde el mismo día que inauguramos, desde exposiciones, asambleas, charlas, salidas, excursiones, mercadillos, etc… Todo con el mismo hilo conductor: la bicicleta.
“Los ciclistas madrileños estamos perdiendo el miedo a salir a rodar entre los coches”
¿Cómo ves tu ciudad, Madrid, respecto a movilidad? ¿Estamos mejorando?
Lo que está mejorando es la actitud de la gente. Los ciclistas estamos perdiendo el miedo a salir a rodar compartiendo la calzada con los coches. Es imprescindible para aprender a convivir en un espacio que por definición es común para todos los vehículos. Las infraestructuras están mejorando, aunque quizá falta un poco de planificación y de actitud política. Para mí es importante que desde los organismos públicos y la clase política haya un apoyo más explícito e incondicional hacia la bici y que de esa manera se traslade a toda la ciudadanía. Por otro lado, la implantación del sistema de bicicleta pública logrará darle más visibilidad a este medio de transporte. Sin embargo, veo con cierto escepticismo que se haya elegido un sistema eléctrico: tampoco vivimos en San Francisco.
Recomienda La Bicicleta a alguien que no os conoce. ¿Qué se va a encontrar si se da una vuelta por allí?
Es un espacio de transición- Una cafetería tranquila durante el día donde puedes venir solo porque es perfecta para leer, estudiar o trabajar con el ordenador. El café es exquisito, y tenemos una carta sencilla pero saludable y donde prima la calidad a buen precio. A partir de la última hora de la tarde pasa a ser un local con un espíritu más nocturno, donde puedes tomarte una copa tranquila con tus amigos en cualquiera de las grandes mesas que tenemos para uso compartido. En la planta inferior tenemos exposiciones de diversas disciplinas artísticas: fotografía, ilustración, tipografía… donde el hilo conductor siempre es la bici. En este momento tenemos una exposición titulada* Los Bicivoladores: *12 bicicletas de cross o bmx de los 80 ilustradas por 12 artistas diferentes. Muy interesante.
¿Un propósito para 2014?
Seguir por el mismo camino, no parar de hacer cosas relacionadas con la bicicleta, y hacer crecer el colectivo de ciclistas urbanos MadCity Rides, un nuevo proyecto en el que estamos muy implicados y que pretende ser una herramienta para potenciar todas las disciplinas urbanas en Madrid.