Fue en Eugene, Oregón (EE UU), y nació para reclamar el derecho de cualquier niño a poderse mover en bicicleta sin sufrir ningún peligro. Con el paso del tiempo fue celebrándose en más lugares de EE UU, y este año ha llegado a distintos puntos internacionales.
Los Angeles, Nueva York, Seattle, Portland, Washington o Buffalo son algunos de los escenarios en EE UU. Pero es que la canadiense Vancouver, la belga Amberes, las inglesas Londres o Manchester o Pécs (Hungría) y Jerusalén (Israel) también se han sumado en esta edición.
El resultado, miles de niños pedaleando felices por la calzada sintiendo, al menos durante un rato, que la calle también les pertenece. Muchas familias compartiendo una jornada de fiesta y ciclismo con varios protagonistas: la infancia, el ciclismo y, por supuesto, la posibilidad de desplazarse sin contaminar ni ser una amenaza para nadie.
“¡Grandes y pequeñas bicicletas, tándems, carros y mucho más! ¡Hagámoslo de nuevo muy pronto!”, escribía Sylvia desde Londres. Mensajes de este tipo se repetían en distintos lugares del mundo, acompañados por fotos que dejaban claro el placer de los niños al circular acompañados por sus padres disfrutando del aire, el sol y sus bicicletas.
Por lo que sabemos, la iniciativa no se ha celebrado en España o Latinoamérica… ¿Nos sumamos el año que viene a la Kidical Mass haciéndola aún más masiva, festiva y, por supuesto, crítica con el “cochesistema” imperante?