Hace poco hablábamos del sistema de Volvo, POC y Ericsson, y ahora le toca el turno a los británicos Jaguar Land Rover, que acaban de presentar un sistema que combina vibración, luces y sonidos para avisar al automovilista de la proximidad de un vehículo a dos ruedas.
El sistema se llama Bike Sense y, según la marca, “usa luces y sonidos que instintivamente asocian al conductor con el peligro potencial”. Por ejemplo, cuando un ciclista es detectado a un lado del vehículo, el sistema de audio hace sonar a todo volumen un timbre de bicicleta por esa zona, para que el automovilista comprenda en el acto por dónde se aproxima la posible colisión.
Además de esos sonidos, el Bike Sense incluye una serie de enormes pantallas LED en el marco de las ventanas, el cuadro de instrumentos y el parabrisas que se encienden con luces ámbar y rojas dependiendo de la velocidad y proximidad del ciclista.
Luces en el interior, timbres de bicicleta en el equipo de sonido, vibración en el acelerador o tiradores de las puertas…
Wolfgang Epple, director de desarrollo y tecnología de Jaguar Land Rover, asegura que “los humanos hemos desarrollado un instinto de alarma y peligro durante miles de años. Determinados colores, como el rojo y el amarillo, disparan una respuesta inmediata, y todo el mundo reconoce el sonido del timbre de una bicicleta”.
El propósito del sistema es, a través de esas alarmas sonoras y luminosas, que el conductor se haga una idea inmediata y precisa del lugar y tiempo en los que puede producirse el choque, para así evitarlo. Para colmo, el sistema también afecta al pedal del acelerador, que comienza a vibrar para que el automovilista haga todo lo posible para evitar la colisión, y todo se completa con una alarma (que incluye una vibración en el tirador) que avisa a los pasajeros de que no deben abrir las puertas si se detecta a un ciclista acercándose por los lados.