¿Qué es, exactamente, Rad Race?
Doce amigos que organizan carreras ciclistas salvajes y distintas a todas las demás. Carreras dirigidas a todo tipo de personas, procedentes de distintos escenarios ciclistas. Por eso nuestro lema es ‘Stop Racism Start Raceism’, porque no nos importa el color de tu piel no sobre qué bicicleta vengas: siempre serás bienvenido si tienes ganas de diversión.
“Nuestro lema es Stop Racism Start Raceism, porque no nos importa el color de tu piel o en qué bicicleta vengas”
¿Cómo nació Rad Race?
En verano de 2013. Iba con unos amigos a un concierto, en bicicleta, y se me ocurrió la idea de organizar carreras distintas y ofrecer, también, ropa original. Pero lo que más me interesaba era hacer algo divertido, así que llamé a mis mejores amigos y, entre todos, pusimos el dinero necesario y lo que cada uno mejor sabía hacer y creamos la compañía.
¿De dónde sois?
Yo vivo en Hamburgo pero nací en Münster, Jan Sprünken es también de Münster, hay gente de Berlín y Frankfurt. Y no todos somos, sólo, ciclistas: también tenemos skaters, surferos…
Hablas de carreras “distintas y salvajes”. ¿Por qué?
Cuando asistes a una carrera Rad Race te das cuenta, pronto, de que es algo especial. Es mucho más parecido a un evento de skate, o a un concurso de surf, que a la típica carrera de bicicletas… Las pruebas ciclistas convencionales, al menos para el espectador, pueden ser muy aburridas. ¿Qué es eso de pasarte cinco horas esperando en el mismo lugar para ver pasar a los corredores durante treinta segundos? Aquí tienes duelos directos, saltos, eliminatorias…
“Las carreras ciclistas pueden ser muy aburridas… ¿Qué eso de esperar cinco horas para ver pasar a ciclistas durante 30 segundos?”
Y distintos escenarios.
Sí. El Rad Race no es como el Red Hook Criterium, no es un criterium de fixies aunque, por supuesto, también los organizamos. Pero cada año organismos pruebas distintas: unas son en la montaña y grandes espacios, otras, como esta de Viena, son indoor. Pero siempre buscamos escenarios bonitos y hacer eventos compactos, para que estés todo el rato divertido y sepas lo que está pasando a tu alrededor.
Y luego, claro, está el ambiente. ¿Cómo defines el de una prueba de Rad Race?
Tenemos una camiseta que nos muestra como una oveja negra: somos un colectivo de ciclistas distintos, de individualidades que lo pasan bien juntos pero a los que les aburre rodar de manera monótona en un pelotón.
¿No es, a veces, el mundo del piñón fijo demasiado cerrado y exclusivo?
Sí, y por eso nosotros queríamos ser todo lo contrario. Queríamos mostrarle a la gente lo grande que es el ciclismo. Por supuesto que las fixies son muy especiales, y es un movimiento muy potente y que mueve a gente muy interesante, pero también sentíamos que era una escena tan especial como, a veces cerrada, cuando la bici es algo positivo y universal.
En vuestras carreras también participan muchas mujeres.
Sí, están muy presentes, y nos encanta. Tienen, exactamente, las mismas condiciones que los hombres: los mismos precios de inscripción, las mismas pruebas y los mismos premios. Y, desde luego, la misma diversión.
¿Vive una explosión el ciclismo urbano?
Por supuesto. Berlín, Nueva York… Las grandes ciudades están llenas de coches, no puedes respirar la contaminación y se te va la vida entre atascos. ¿Crees que eso le gusta a la gente de 20 años? No. Y por eso cada vez más jóvenes pasan de comprarse un coche, y prefieren tener una bici bonita para, encima, llegar más rápido a su destino. Esa es nuestra pelea: conseguir que los jóvenes se suban a la bicicleta, que es tan cool como lo fue el skate, o el surf, y que encima también puede serles muy útil.
¿Cuál es la ciudad alemana más ciclista?
Sin ninguna duda, mi ciudad: Münster. Es el Amsterdam o Copenhague alemán. Hay como 300.000 habitantes, de los cuales son ciclistas… 400.000. La estación de tren no tiene aparcamiento para coches, pero sí para bicicletas, y el ciclismo está escrito en el ADN de la ciudad. Es una ciudad llena de gente joven, de estudiantes, y de donde han salido deportistas de mucho nivel. Respecto a los ciclistas, hay de todo: se practica mucho ciclismo en ruta, hay muchas fixies, también triatletas… Justo a la gente que queremos reunir.
¿Cuánto durará ese presunto auge del ciclismo urbano?
Creo que mucho tiempo, pero hay que alimentarlo. Hay que cultivar el amor al ciclismo en la juventud. Por eso nos gusta, también, organizar eventos especiales: cuando eres un niño y te dicen que en tu ciudad se va a celebrar el campeonato mundial de lo que sea te acercas, y alucinas con lo que ves. Recuerdo que, en los años 80, montaron un campeonato del mundo de skate en Münster… ¡Muchos niños iban, alucinaban y sólo quería ser skaters! Con la bici pasa lo mismo, y por eso nos gusta decir que organizamos el campeonato mundial de fixies, que es una reunión de buenos amigos pero, al mismo tiempo, que gusta a la gente y que si sigue creciendo terminará convirtiéndose en todo un acontecimiento.
Supongo que montarás mucho en bici…
Sí, en una fixie y en una de carretera. Todos los días. Es mi vida, mi inspiración y, claro, el motivo por el que empecé con todo esto.