Ante la perspectiva de crecimiento en la capital finlandesa (se estima que albergará 250.000 ciudadanos más en 2050), el Comité de Planificación ha desarrollado un proyecto donde el coche apenas tiene cabida, y en el que el transporte público juega un papel fundamental.
“El nuevo plan proyecta una ciudad con viviendas suficiente para satisfacer la demanda, servicios versátiles cerca de los residentes y una red de transporte público integral”, explica Rikhard Manninen, responsable del proyecto.
Una ciudad que situaría el foco de crecimiento (viviendas, servicios y comercios) alrededor de principales centros de transporte -principalmente, tren rápido, metro y tranvia– para garantizar el desplazamiento entre sus habitantes. Esta suerte de ‘puntos satélite’ ofrecerían, por tanto, el fácil acceso a pie o bicicleta y sin necesidad de usar el coche.
Otra ciudad más que apuesta por mejorar su calidad de vida a través de la movilidad sostenible y en cuya proyección futura, el coche no es bien recibido. “El Helsinki del futuro ofrecerá áreas verdes y recreativas, una cultura dinámica y una red de transporte eficaz y sostenible”, afirma Manninen.