Cuando se piense en Harley Davidson, es inevitable imaginar una ruidosa motocicleta con la que surcar el horizonte. La imagen de la marca estadounidense está indisolublemente ligada al estilo de vida motero, lo que ha generado todo un estilo de vida. Y sin embargo, no todo el mundo conoce que las verdaderas raíces de la firma no están en los motores, sino en las bicicletas. Con sólo 21 años, su fundador, William S. Harley, diseñó un motor pensado para caber en una bicicleta.
Ahora, Harley Davidson quiere volver a ese origen y tratar de abrirse paso en un mercado en auge como el de las bicicletas eléctricas. Tal y como muestra en su página web en el apartado ‘Futuros vehículos’, la marca ha presentado una línea de tres bicicletas eléctricas de cara a su reunión de distribuidores de este mes de septiembre, con la vista puesta en el año 2020.
Ligeras, rápidas y fáciles de conducir
El anuncio ha suscitado toda una oleada de especulaciones. Muchos se preguntan, incluso, si entra en conflicto con la filosofía de la empresa. Pero el hecho es que el mercado manda: cada vez hay más competencia por la llamada logística de última milla, y las e-bikes cada vez proliferan más en las calles de las principales ciudades del planeta.
El debate ha llegado incluso hasta la prestigiosa revista Forbes, que se pregunta si la nueva apuesta de Harley Davidson por las bicicletas provocará “cejas fruncidas y un lenguaje áspero por parte de los fieles de Harley”.
Por el momento, la información sobre las nuevas bicicletas eléctricas de Harley Davidson llega con cuentagotas. Todo lo que se sabe es lo que la propia marca ha desvelado en su web, en la que asegura que son “ligeras, rápidas y fáciles de conducir”, y que están diseñadas para “brillar en entornos urbanos”, con el objetivo de “inspirar a una nueva generación de ciclistas de dos ruedas en todo el mundo “.