Es puro entusiasmo. La energía que mostraba como ciclista profesional se queda corta con la vitalidad, el entusiasmo, el orgullo que Javier Castellar (Masamagrell, Valencia, 1961) desprende al hablar de la Gran Fondo Valencia. Hablamos con Javier con admiración: no en vano, su prueba es un modelo a seguir, y más por parte de Ciclosfera, que apenas dos semanas después de la Gran Fondo (4 de mayo) celebrará en el mismo escenario la tercera edición de Ciclosferia.
¿Qué momento vive, ahora mismo, la Gran Fondo Valencia?
Estoy muy satisfecho: las inscripciones han subido un 44% respecto al año pasado, aunque todavía están libres unas cuantas. Valencia está más de moda que nunca. Cada vez participa más gente de fuera y los cambios que hemos ido aplicando están dando muy buen resultado.
¿Cómo explicarías lo que va a ocurrir en Valencia ese fin de semana?
Para empezar, se trata de una Gran Fondo, con casi tres mil participantes y que entra y sale de una ciudad como Valencia, lo que es todo un reto organizativo. Pero, al mismo tiempo, hacerlo en un lugar como la Marina es una garantía de éxito, porque desde el primer momento los participantes disfrutan de inmejorables paisajes y de todas las atenciones que les procuramos.
Hay, claro, mucho deporte. ¿Pero qué más?
El sábado 4 de mayo es la Gran Fondo, pero el día antes realizamos todo tipo acciones. Hay actuaciones, la recogida de dorsales, una feria con productos para vender, y vendrán embajadores como Óscar Freire o Javier Gómez Noya.
El camino hasta aquí ha sido, imagino, largo... Llevo 36 años organizando criteriums, pero llegué a un momento en el que pensé que había que añadir algo, hacer más cosas, llegar a acuerdos cada vez más ambiciosos con las instituciones, y finalmente, hace 17 años, nació Gran Fondo Valencia. ¿El objetivo? Hacer, siempre, eventos muy cuidados, peculiares o, mejor dicho, ¡especiales!
"¿El objetivo de la Gran Fondo Valencia? Siempre ha sido el mismo: hacer un evento muy cuidado y especial"
¿Por qué en el Tinglado 2?
Para una Gran Fondo como esta, que queríamos que entrara y saliera de Valencia, hacerlo por la zona de la Marina era más sencillo, vistoso.. ¡Es espectacular! Entras a meta y, nada más cruzarla, puedes relajarte mirando el mar, a la sombra, sintiendo el viento reparador del Mediterráneo. Definitivamente, este era el sitio, y por eso cumplimos ya diez años aquí.
¿Qué recorridos habrá este año?
Tres, de 177, 148 y 89 kilómetros. Todos son circulares. El primero tiene un desnivel positivo de 2.033 metros, el segundo de 1.474 metros y el tercero de 671 metros. Y, respecto a los participantes, este año ya hay gente de 21 países, 36 provincias, y organizamos también actividades para, por ejemplo, que los niños estén entretenidos y toda la familia sea feliz.
Y algo llamativo: sumar muchas fuerzas y contar con el apoyo de instituciones, patrocinadores privados...
Al final, la fuerza se suma cuando se ve la calidad. He sufrido mucho para llegar hasta aquí, y es un orgullo ver a tanta gente sumarse al proyecto. Pero es que es un evento, mi evento, abierto a todos. Es mi casa, y me gusta abrirle las puertas de mi casa a todo el mundo. Y algo más: tengo un equipo buenísimo, que combina esfuerzo, talento y mucha, mucha humanidad.
"Al final, las fuerzas se suman cuando se ve la calidad. He sufrido mucho para llegar hasta aquí, y es un orgullo ver a tanta gente sumarse al proyecto"
¿Qué diferencia a la Gran Fondo Valencia de eventos similares?
El, por ejemplo, entrar y salir de una ciudad con total seguridad. La logística que exige. La comodidad de, si eres de fuera, llegar en bicicleta desde tu hotel y volverte pedaleando, y lo mismo si es tu casa y vives aquí. Los espectáculos. La feria. La comodidad. Y, creo, el hecho de ver, cada instante, el cariño de todo el equipo que participamos en ella.
Háblame más de esos eventos paralelos...
Tanto el viernes 3 como el sábado 4 de mayo hay stands en el Tinglado, donde todo tipo de iniciativas vienen a exponer y vender sus productos. Hay de todo: food trucks, mucha vistosidad, marcas muy importantes... ¿Lo mejor? ¡Simplemente, tenéis que venir y verlo!