Los ciclistas de la ciudad escocesa de Glasgow tendrán, a partir del próximo mes de marzo, una motivación más para usar la bici: la posibilidad de dejarla en la calle de manera completamente segura.
Según cuenta el diario local Glasgow Times, el Ayuntamiento dispondrá 60 de estas instalaciones por toda la ciudad. Lo hará como parte de un proyecto piloto que durará tres años, y que está dirigido especialmente a los residentes en bloques de viviendas o pisos de gran altura que, a menudo, tienen un espacio limitado para guardar sus bicicletas, por lo que se ven obligados a dejarlas en la calle exponiéndose a sufrir robos.
"No disponer de un lugar adecuado para dejar la bicicleta supone una barrera real para muchas personas"
"Son muchos los ciudadanos de Glasgow que viven en viviendas o apartamentos. Eso hace que encontrar lugares seguros para guardar una bicicleta se convierta a menudo en un verdadero desafío para muchas personas", ha declarado la concejala de movilidad sostenible de la ciudad escocesa, Anna Richardson.
"No disponer de un lugar adecuado para dejar la bicicleta supone una barrera real para muchas personas cuya movilidad depende de una bicicleta, por lo que es fundamental que abordemos esta situación", ha añadido Richardson. "Hacer que el almacenamiento de bicicletas en la calle esté cada vez más disponible facilitará el uso de la bicicleta para las personas y ayudará a que su vida cotidiana sea más activa y sostenible".
El proyecto tendrá un coste total de 490.000 libras (550.000 euros, aproximadamente). Los fondos han sido aportados por el gobierno escocés y el propio ayuntamiento. Aunque aún no se sabe cuánto costará usarlo, desde el consistorio se ha adelantado que se tratará de una cantidad "modesta" que servirá para los costes de mantenimiento.