Estaría construida con fibra de carbono y titanio. Haría que todo el mundo girase la cabeza para contemplarla. Y nos haría ir sentados sobre una máquina incomparable y original, una auténtica obra de arte sobre ruedas.
Se llama Frog Bike, y es obra de Alex Suvajac, que reconoció haberse inspirado, además de en las ranas, en el esqueleto humano.
Nacido en Canadá, Suvajac es diseñador, fotógrafo y arquitecto. Suele trabajar con su esposa, Jennifer, en Azulie, una web en la que reúnen material inspirador y relacionado con el yoga.
La Frog Bike, desde luego, no evoca relajación y una actitud contemplativa sino velocidad, posturas extremas y una estética más que arriesgada. Un ejercicio de diseño sin posibilidades (próximas) de fabricación y comercialización, pero también un ejemplo de de las muchas propuestas divertidas y originales que es posible encontrar en la red.