La iniciativa dio la vuelta al mundo y despertó suspiros de envidia entre los ciclistas de otros países*:* 18 empresas de Francia pusieron en marcha un programa piloto en base al cual los trabajadores que fueran en bici al trabajo recibirían 25 céntimos de euros por cada kilómetro recorrido.
La experiencia fue un éxito: en total, se duplicó el número de trabajadores que decidió cambiar su manera de desplazarse hasta su puesto de trabajo. Un 19% de los que lo hacían en coche se pasaron a la bici, y un 54% dejó el transporte público por los pedales, según un informe de la Agencia de Medio Ambiente y Control de la Energía (ADEME). Los trabajadores llegaban a ahorrarse hasta 300 euros al año. Y en otros países, como Italia, se pusieron en marcha medidas similares.
Ahora, el Gobierno francés ha dado un paso más y ha convertido esa iniciativa en ley, coincidiendo con la celebración de la Cumbre del Clima (COP21). “El reembolso será de hasta 200 euros al año, que las empresas pueden deducirse de las cotizaciones sociales”, ha explicaro la ministra de Ecología, Ségolène Royal.
La cantidad de dinero finalmente fijada, notablemente menor a la anterior, ha indignado a algunos colectivos ciclistas. “Cuando el transporte es el responsable del 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Francia, resulta indignante que se haya dado este paso atrás en plena COP21, ”, ha explicado la Federación Francesa de Usuarios de la Bicicleta (FUB). Otros ciclistas, sin embargo, apuntan a que la generalización de la medida es una buena noticia, ya que fomentará que más y más gente dé el paso a la bicicleta para desplazarse en bici al trabajo.
El sistema fiscal francés ya permite a las empresas pagar la mitad del abono de transporte público a sus empleados y deducirse esa cantidad de las cotizaciones sociales, pero algo así no existía para la bici.