Todo empezó en 2013, con una simple quedada: un grupo de amigas decidió publicar en Facebook una invitación para recorrer, pedaleando, el centro de Izmir (Turquía). Se dirigía a un público femenino y tenía una serie de exigencias tan singulares como sencillas y divertidas: acudir con algún disfraz y cubrir las bicis con flores. Fue un éxito: ese 22 de septiembre, que coincidía con el Día Mundial Sin Coches, más de quinientas mujeres se sumaron a la cita. “Desde entonces lo organizamos anualmente, y para nosotras representa una celebración de la libertad del ciclismo”, nos explica Pinar Pinzuti, coordinadora del movimiento mundial Fancy Women Bike Ride, responsable de marketing de la empresa Bikenomist y, evidentemente, activista internacional de la bici.
La Fancy Women Bike Ride surge como "una reacción al ciclismo tradicional, donde los hombres tienden a decirnos qué bicicleta debemos usar, hacía dónde debemos ir y hasta cómo vestirnos"
Fancy Women Bike Ride es organizado y coordinado por Pinar y Sema Gür, pero cuenta con el apoyo local de voluntarios de toda Turquía. No hay números de asociados ni cuotas económicas sino, simplemente, un evento para mujeres ciclistas de dos horas de duración a lo largo de rutas decididas por las organizadoras locales. Se pone en marcha a través de herramientas online (grupos de chat y de Facebook, correos electrónicos) en un proceso bastante sencillo: las voluntarias contactan con Pinar y Sema para proponerles una marcha, y estas les proporcionan el material necesario para promocionarla. “Carteles, folletos, flyers… Creamos todos los elementos para hacer la comunicación y los compartimos con la gente de la ciudad interesada”. Para Pinar, la clave del crecimiento del evento fue “la hermandad y solidaridad femenina”, y surge como “una reacción al ciclismo tradicional, donde los hombres tienden a decirnos qué bicicleta debemos usar, hacía dónde debemos ir y hasta cómo vestirnos. Fancy Women Bike Ride es una prueba de que es posible ir en bici sin lycra, sin competir y sin usar chalecos reflectantes a pleno sol”.
Pinar sabe de lo que habla: empezó a moverse en bicicleta con 14 años (“sobre todo”, recuerda, “para ir a la playa en verano”), y se reencontró con ella en la universidad. “Desde entonces”, comenta, “no me bajé de ella: se convirtió en parte de mi vida diaria porque, para mí, la bici es sinónimo de libertad. La uso para ir al trabajo, para hacer la compra o para recorrer nuevos países. No tengo coche: si no puedo ir a un sitio a un pie, voy en bicicleta”. Por eso Fancy Women Ride, que según Pinar “nació como una broma entre amigas”, tiene otros dos objetivos muy claros: motivar a más mujeres a usar la bici en la ciudad y convencer a las autoridades locales para que inviertan en infraestructura y servicios que hagan más seguro el pedalear.
"No es fácil cambiar los hábitos de la gente", explica Pinar Pinzuti. "Por eso nos enfocamos en las mujeres: conectar a mujeres con ideas afines crea una sinergia en la comunidad y, cuando nos unimos… Sucede la magia"
“Somos conscientes”, aclara esta italiana afincada desde hace años en Turquía, "de que no es fácil cambiar los hábitos de la gente, y por eso nos enfocamos en las mujeres. Conectar a mujeres con ideas afines crea una sinergia en la comunidad y, cuando nos unimos… Sucede la magia. Tanto bicicletas como mujeres buscan más espacio en las calles, en la sociedad, y es necesario que tengamos más visibilidad”. Eso sí, Pinar prefiere rehuir determinadas etiquetas: “Prefiero no categorizar Fancy Women Bike Ride”, asegura, “porque no pertenece a ningún ‘ismo’. Todas somos mujeres independientes, con valores comunes, que nos unimos una vez al año para recuperar espacio”.
Una petición, una sonrisa
Este 18 de septiembre Fancy Women Bike Ride se celebrará en más de ciento cincuenta ciudades, repartidas en treinta países distintos. “Estoy muy feliz de ver a tantas mujeres tratando de traer belleza a sus ciudades”, remarca Pinar. “Creamos conciencia sobre el cambio climático y pedimos a los gobiernos que actúen de inmediato, promoviendo el ciclismo para viajes de corta distancia y haciendo más habitables nuestras ciudades. Nada nuevo, pero con una diferencia: lo pedimos amablemente, con una sonrisa. Y creemos que cuando las mujeres anden en bicicleta en una ciudad, los hombres y los niños harán lo mismo”.
Una de esas ciudades es Milán, donde nació Pinar. “Italia es uno de los países con mayor número de coches por habitante”, nos cuenta, “y Milán es una de esas muchas ciudades donde los coches dominan el espacio público. Durante la pandemia las cosas parecían estar cambiando: se construyeron algunos carriles bici de emergencia que, después, no se han hecho permanentes. Todos sabemos, además, que la infraestructura por sí sola no determina un cambio de hábitos: por eso pedimos días sin automóviles, el cierre del centro de las ciudades al tráfico motorizado, para permitir a la gente experimentar la ciudad de una manera completamente nueva. Algo que está sucediendo en Londres, Bruselas o París, pero no en otras muchas. Por eso creo que, muchas veces, hacer o anunciar simplemente carriles bici es más una tarea de relaciones públicas y lavado ecológico que de querer cambiar, de verdad, las cosas”.
"Muchas veces, hacer o anunciar carriles bici es más una tarea de relaciones públicas y lavado ecológico que querer cambiar, de verdad, las cosas"
España, por supuesto, también es escenario de las Fancy Women Bike Ride. Una de las ciudades donde el evento se llevó a cabo por primera vez el año pasado es Girona, gracias a Jamaica Bastiras. “Girona es vista como una de las capitales mundiales del ciclismo”, nos cuenta, “porque aquí residen muchos ciclistas profesionales. Eso es fantástico, pero no hay tanta gente que use la bici como medio de transporte pese a que la ciudad es muy pequeña y, en su mayoría, plana”. Por eso Jamaica ha decidido traer el evento a la ciudad: “el ciclismo no es solo para hacer ejercicio”, asegura, “sino una forma realmente sensata, económica y sostenible de viajar. El ciclismo debe convertirse en el medio de transporte de muchas mujeres, especialmente en lugares con un clima como España. Y no, no hay que disfrazarse para pedalear. ¡Te puedes vestir como quieras y montar perfectamente!”
Cambrils, pionera
Fue en 2019 cuando, por primera vez, la Fancy Women Bike Ride aterrizó en Cambrils de la mano de Laura Moreno. “Ese año conocí a Pinar Pinzuti porque estaba haciendo un trabajo de fotoperiodismo y le alquilé las bicicletas que necesitaba para las rutas por la Costa Dorada”, recuerda. Cuando vi en su Instagram las fotos de la Fancy Women Bike Ride de Milán me interesé por el proyecto, contacté con ella para ver si podía hacer una edición en Cambrils y se alegró mucho: éramos la primera ciudad española interesada en organizarlo”.
“Cambrils es una ciudad costera que en verano puede quintuplicar su población”, nos cuenta Laura, “así que la circulación se ve muy afectada en esa época. Pero tenemos muchos servicios para el ciclista de carretera y para el desarrollo del cicloturismo familiar: es fundamental sumarnos al #CarFreeDay y, claro, reivindicar la bici como medio de transporte de esta forma tan divertida, colorida y elegante. Es también clave vincularlo con la mujer por todas sus connotaciones históricas en términos libertad e independencia. Los cambios llegarán con acciones como Fancy Women Bike Ride: sin palabrería bélica y con colores, flores, sonrisas y ayuda mutua”.