La prueba, que se realizó a través de control remoto -y en la que se usó un maniquí en vez de un ser humano-, fue todo un éxito: la F-Bike levantó sin problemas el suelo para volar durante cinco minutos y aterrizar sin incidentes.
Sus creadores, un grupo de ingenieros de la República Checa -pertenecientes a diferentes empresas de alta tecnología como TechnoDat o Evektor-, se inspiraron en algunas de las novelas de ciencia ficción, especialmente en las del checo Jaroslav Foglar o Julio Verne para tan singular proyecto.