“¿Ir en bici al trabajo? Sí, pero si mi jefe me ayuda a pagarla”. Eso es lo que parecen pensar los españoles. O al menos, una significativa mayoría, según se desprende de una encuesta publicada por Grass Roots, empresa dedicada a motivar a los trabajadores de nuestro país especialmente comprometida con el incremento del uso de la bici como medio de transporte.
“Los españoles están listos para adoptar nuevas formas de movilidad en las ciudades”
Según dicha encuesta, el 63% de los asalariados españoles estarían dispuestos a desplazarse cada día hasta su puesto de trabajo en bicicleta si su empresa contemplase ese gasto como parte de los beneficios de retribución flexible que los trabajadores perciben.
De hecho, dicha petición ya se incluyó en el ‘Manifiesto a favor del uso de la bicicleta como retribución flexible’ presentado recientemente en el Ministerio de Hacienda por la propia Grass Roots. Aquel documento, apoyado activamente por organizaciones como la Mesa Nacional de la Bicicleta, estimaba en una inyección de 500 millones de euros el beneficio para las arcas del estado de producirse un incremento del 20% en el uso de la bicicleta.
Tiempos de cambio
“Los españoles están listos para adoptar nuevas formas de movilidad en las ciudades. Hasta que un cambio legislativo se produzca para incluir la compra de una bicicleta dentro de la retribución flexible, las propias empresas pueden concienciar a sus empleados e incentivar el uso de este modo de transporte” ha explicado Mar García, directora general de Grass Roots España.
En otros países, como Francia, han apostado por poner en marcha medidas similares a la propuesta por Grass Roots. En concreto, las empresas galas contarán con exenciones fiscales por fomentar el uso de la bicicleta en sus trabajadores. Algo similar sucede en Bélgica, donde se bonifica a los trabajadores con 0,21 euros por cada kilómetro recorrido sin contaminar.