Hablemos del anunciado plan que tiene por objetivo ganar espacio para los peatones en el centro de Madrid de cara al año que viene. ¿Por qué se toma esta decisión?
Nuestro plan consiste en la creación de nuevas Areas de Prioridad Residencial (APRs), que son un compromiso del Plan de Calidad del Aire y del propio Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS). Las APRs tienen por objeto eliminar todos los viajes de paso que no tienen origen y destino en las mismas, ya que se prohibe el acceso de vehículos excepto para residentes, comerciantes, carga y descarga en un horario limitado y a los párkings subterráneos. Esto reduce el tráfico en un 20%, como se ha demostrado otros barrios en los que se ha aplicado esta medida. Con el nuevo sistema, mucho más tecnificado, se espera aumentar dicho porcentaje.
Un informe reciente de Ecologistas en Acción señala que el 95% de los españoles respiramos aire contaminado. ¿Es reversible esta situación?
Creo que sí. Por ejemplo, en Madrid, si bien es cierto que todavía no alcanzamos el nivel de NO2 que nos exije la directiva comunitaria, también es cierto que se supera por muy pocas décimas y que cada año son menos las estaciones que lo hacen de las 24 que tiene el sistema automático de control de la calidad del aire. En estos últimos tres años en Madrid se han puesto en marcha medidas que han contribuido a que la concentración media de NO2 se haya reducido en más de un 30%. En España en general y en Madrid en particular la calidad del aire que se respira es bastante adecuada, si bien no podemos dejar de adoptar todas las medidas necesarias para cumplir con nuestros compromisos en este sentido.
“En España en general y en Madrid en particular la calidad del aire que se respira es bastante adecuada”
En Madrid sobran coches. ¿Está de acuerdo?
Por supuesto. En Madrid sobran coches. Y también sobra al menos un tercio de los taxis que circulan por sus calles. Es absurdo que la ciudad esté llena de taxistas dando vueltas en busca de clientes.
A ver si se le va a echar encima el colectivo del taxi, que últimamente está en pie de guerra…
No, porque esa necesidad de reducir el número de taxis también la sostienen las propias asociaciones. Son conscientes del problema. Pero es complicado quitarle la licencia a alguien que ya la tiene y que ha ahorrado durante años para poder pagarla.
Han pasado ya cuatro meses desde la puesta en marcha de BiciMAD. ¿Cómo valora el Ayuntamiento este periodo con las bicis públicas circulando por la ciudad?
Considero que BiciMAD ha tenido muchísima aceptación entre los ciudadanos, como lo demuestra el hecho de que ya se superan los 25.000 abonados. Es cierto que el comienzo ha sido complicado por las ganas de bicicleta que había en Madrid, los ataques informáticos que ha sufrido el sistema y el hecho de que es la primera vez que se pone en funcionamiento un sistema de estas características con 123 estaciones, todo de golpe. A pesar de todo ello, el sistema ha tomado la ciudad y estamos muy orgullosos de que el mayor porcentaje de uso se dé entre semana, lo que indica que se utiliza más para los viajes obligados al trabajo, a los centros de estudio, para hacer gestiones, etc.
Sin embargo, esta misma semana hemos sabido que el Ayuntamiento ha denunciado a la empresa por incumplimiento de contrato. Entre otras cosas, por no haber puesto en marcha el abono de un día.
No hemos denunciado a nadie: eso es algo que se ha inventado la prensa, que a veces parece que necesita sacarse cosas de la manga para vender más periódicos. Lo que hemos hecho es aplicar una penalización que está contemplada en el propio pliego de condiciones. Además, no se ha hecho por el tema del abono de un día, sino por otras razones.
¿Qué razones?
Esa es una cuestión que atañe a la relación de esta empresa con el Ayuntamiento. No conviene airear cuál es el problema que se ha tenido: hay que ser discretos.
Vale. No hablemos de los problemas del Ayuntamiento con BiciMAD, sino de los que tienen los usuarios. Tengo que decirle que dos de cada tres bicicletas que he cogido están rotas. O no funciona la asistencia, o el pedal está desviado…
Soy consciente de eso, porque también lo sufro a veces. Es algo en lo que estamos trabajando constantemente. El Ayuntamiento tiene inspectores que valoran la gestión de la bicicleta pública. Y hay indicadores que miden todos y cada uno de los aspectos mejorables del sistema.
“Hay que colonizar los ciclocarriles. Sin miedo. La bici es un vehículo, y como tal debe ir circular por la calzada”
En ese sentido, y con la llegada de BiciMAD, se puso en marcha la llamada M-10 ciclista y los ciclocarriles, pensados para que coches y bicis compartan un carril limitado a 30 km/h. La realidad es que pocos cumplen ese límite, y a muchos ciclistas novatos les da miedo echarse a la calzada. ¿Cómo lo hacemos, si no hay una red de carriles bici para que muchos den ese primer paso antes de sumarse al tráfico?
Es cierto que no existe esa red: en el centro, por ejemplo, es complicado hacer un carril bici segregado, pues las calles son muy estrechas. Pero yo animo a todo el mundo a circular por los ciclocarriles. Tú llegas, colonizas el ciclocarrril y la gente no te molesta. La bici es un vehículo, y como tal ha de circular por la calzada. Sin miedo. Está absolutamente prohibido circular por la acera, por muy ancha que sea.
Usted asegura que se mueve en bici. ¿Qué siente al pedalear entre el tráfico? ¿Cuáles son, bajo su punto de vista, las principales necesidades de los ciclistas urbanos madrileños?
Soy consciente de los problemas que nos encontramos los ciclistas al circular entre el tráfico. Necesitamos que exista mucho mayor control de la indisciplina por parte de la Policía Municipal, ya que con frecuencia se encuentran vehículos que superan la velocidad de circulación o vehículos en doble fila aparcados sobre los ciclocarriles que obligan a cambiarse continuamente al carril contiguo. Todo eso es peligroso para los ciclistas. Necesitamos ser todos mucho más respetuosos con las otras formas de movilidad, y eso se conseguirá con el control y con el tiempo.
Ya que hablamos de respeto: personalmente he sufrido de todo yendo en bici: insultos, pitidos, acelerones… El conductor madileño parece estresado por naturaleza. ¿Cómo se le educa?
La verdad es que sí. Lo está y se nota. A veces voy circulando por el centro de mi carril y me pitan. Y yo pienso: “¿Pero qué haces, imbécil? ¡Si tengo todo el derecho del mundo a ir por aquí!”. En ese sentido, la campaña de la DGT diciendo que los ciclistas vayan por la derecha fue un error, porque eso es así en carretera, pero no en ciudad, donde tienen que ir por el centro del carril. Pero hay que decir que no todo el mundo es hostil, ni mucho menos: la mayoría de la gente es amable y respetuosa con la bici. Respecto a la educación, además de las campañas que se están haciendo para concienciar sobre la necesidad de compartir el espacio, hacen falta que pasen más años y la gente se acostumbre a las bicicletas.
“A veces voy circulando por el centro de mi carril y me pitan. Y yo pienso: “¿Pero qué haces, imbécil? ¡Si tengo todo el derecho del mundo a ir por aquí!”
Ya que cita a la DGT, en su día se enfrentaron por la posible obligatoriedad del casco, que defendía su directora, María Seguí…
Es cierto. María Seguí, que es médico, decía estar muy preocupada por la salud de los ciclistas, y muy empeñada en que el casco debía ser obligatorio. Pero era una equivocación. Le dijimos que con esa norma se cargaba de un plumazo todos los sistemas de bici pública, además de perjudicar enormemente al desarrollo del ciclismo urbano. Lo estuvimos peleando a través de la Red de Ciudades por la Bicicleta, recogiendo firmas, y conseguimos que la medida no saliese adelante. El estado a veces es demasiado paternalista y no deja que sean los ciudadanos los que se responsabilicen por sí mismos.
Forma usted parte del equipo de Ana Botella, una alcaldesa que se marcha. ¿Cómo valora su gestión?
Creo que se han hecho muchas cosas. En materia de medio ambiente se le ha dado una vuelta importante a este Ayuntamiento, que no tenía ninguna política energética. Se ha creado la agencia de la energía, se ha establecido un control de los consumos energéticos del Ayuntamiento, se han cambiado los horarios para ahorrar energía… Es un proceso continuo.
A pie de calle, a mucha gente le resulta poco democrático que tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid haya dos políticos a los que no han votado directamente los madrileños. ¿No es extraño?
Ese es un error que cometemos mucho los españoles, que a veces parece que no nos enteramos de cómo funcionan algunas cosas. Aquí elegimos una lista, y el segundo de esa lista tiene la misma legitimidad que el primero. Desde luego que tenemos que luchar por unas listas abiertas, de las que yo soy partidaria, pero mientras no lleguen tenemos que conformarnos con esto, que es lo que hay.
Sé que no se va a mojar en este punto, pero, ¿quién tiene más papeletas para ser la candidata del PP a la Alcaldía?
Ahí sí que no puedo decir nada, fundamentalmente porque lo desconozco por completo.
¿El futuro de Madrid pasa sí o sí por la bicicleta?
Por supuesto. No tenemos más que dar una vuelta por la ciudad para ver que los madrileños estamos apostando claramente por la bicicleta como una forma de movilidad mucho más amable y limpia para la ciudad.