Si te paras a pensar, todo tiene un porqué. Que la ciudad de Florencia ostente la salida en 2024 del Tour de Francia, uno de los eventos deportivos más seguidos del mundo, tiene varios motivos. Trataré de resumirlos.
En primer lugar, se cumplen 100 años desde que Ottavio Bottecchia, nacido en San Marino, se convirtiera en el primer italiano en ganar el Tour. Que eso tuvo que doler en Francia, pero parece que se les ha pasado. Por cierto, Bottecchia, buenas bicis.
En segundo lugar, porque la ruta transcurre por Ponte a Ema la ciudad que vio nacer a uno de los grandes iconos en Italia, Gino Bartali, cuya historia salvando a 800 personas de las manos nazis en plena era Mussolini traspasa todo tipo de naciones y aduanas. Si quieres saber que y cómo consiguió salvar todas esas vidas, deberías leerte el libro Arriva Italia de Marcos Pereda, pero te la hemos contado aquí por escrito y aquí por la radio. Lo dicho, un icono.
En total serán tres las etapas del Tour de Francia que discurrirán por Italia: La primera de Florencia a Rimini, la segunda desde Cesenatico, escondite personal de Marco Pantani, hasta Bolonia y, por último, de Piacenza hasta Torino. Resumiendo: La Toscana, la bellísima Emilia Romagna, Lombardía y Piamonte. Cuatro tesoros italianos. Eso es empezar un Tour de Francia.
Las otras carreras
Indudablemente, las carreras profesionales son para los profesionales, admirados siempre, pero alejados de nuestras posibilidades físicas, al menos para la mayoría de los mortales. Sin embargo, han sido los últimos en llegar, si se me permite la expresión, a las carreras ciclistas populares. La cantidad de eventos deportivos amateurs que reúne la zona es abrumadora.
Hay decenas de las llamadas Grandfondo a lo largo del año. Memorable la que tiene su salida en Rímini donde aficionados al ciclismo pueden pedalear junto a algunos profesionales que están pasando un buen rato, leyendas de la bici que no han dejado de pedalear pero sí de competir, hombres, mujeres y un sensacional aroma a carrera popular, día festivo y ganas de pasarlo bien que se respira en pocos sitios.
Foco especial para el Granfondo Squali en Cattolica, cuyo lema es "Por favor, no nos llames carrera" y que celebrará su octava edición los días 12, 13 y 14 de mayo. Sí, ¿Qué pasa? Tres días. Por eso piden que no se les llame carrera porque es un festival ciclista en toda regla, organizado por el Velo Club Cattolica y Cicloteam 2001 Gabicce Mare. Probablemente el evento ciclista amateur más popular y concurrido de todo el país.
La gracia del Granfondo Squali es que tienes 3 rutas a elegir. La de 128km, una de 85 y la que estrenan este año: una de 46km, que mucha gente, y no sólo familias con niños, estaba deseando disfrutar.
Unos buenos planes, pero claro, ¿Cómo nos llevamos la bici y todo el material a Italia?. Ese es el quid de la cuestión. No te hace falta la bici, ni ningún accesorio o ropa específica. Hablemos de una vez por todas del consorcio italiano Bike Hotels.
Hoteles ciclistas
Existe un consorcio de hoteles en Italia llamado Bike Hotels. Una gran red por todo el país que basa su modelo de negocio en hacer fácil la estancia de un ciclista, sea muy pro o no.
Sí, claro, tienes donde guardar la bici. Por su puesto. ¿Qué esperarías de un "bike hotel"? El trabajo en torno a la bicicleta va mucho más allá. Para pertenecer a un Bike Hotel hay unos mínimos: tener un sitio seguro donde guardar la bici con un kit de auto reparación y lavado, información sobre rutas… pero, a partir de ahí, un bike hotel puede ser un super 5 estrellas para bicis si le va añadiendo servicios ciclistas: Alquiler de bicicletas profesionales, cascos, zapatillas, pedales, maillots… es decir, puedes ir sin nada y equiparte allí.
Pero hay mucho más: un guía que te acompañe si no te apetece andar mirando el GPS, un horario de desayuno especialmente tempranero para salir prontito y poder aprovechar, comida con dietas específicas si lo avisas con tiempo, servicio de asistencia en ruta, con una furgoneta siempre lista para ir a por ti… En definitiva, no hay nada que se nos haya ocurrido que no lo cubra un bike hotel que incluya los servicios completos.
Por poner un ejemplo, el Hotel Ancora en Cattolica es uno de esos sitios donde se cuida al ciclista.
La cultura
Pero no todo es bici en el cicloturismo. Ni mucho menos. Hay tanto turismo como pedal. Y es uno de los grandes atractivos de la zona desde cualquier punto de vista: arquitectónico, gastronómico, cultural, cinematográfico, histórico…
Desde las sorprendentes vistas del circuito privado de Valentino Rossi, que se pueden divisar desde lo alto de una colina junto a su vivienda particular, hasta el cementerio del poeta Dante Alighieri, en la Basílica de Saint Francis, localidad de Ravena.
Una dura subida te llevará a la República de San Marino, con un casco antiguo que merece la pena visitar como compensación al puerto (un paseo si vas con bici eléctrica), o el sobrecogedor museo en Ponte a Ema de Gino Bartoli, el ciclista que mantuvo en secreto su heroica labor salvando la vida de 800 personas en la época de Mussolini del que te he hablado más arriba.
Mención aparte merece la preciosa Rimini, una localidad con un asombroso uso del ciclismo urbano entre sus viejas e históricas calles entre las que podrás descubrir el emocionante museo de Fellini. Por poco que te guste el cine, vas a salir encantado.