Por dentro y por fuera: el Citroën DS, fabricado entre 1955 y 1975, diseñado por el italiano Flaminio Bertoni y más conocido por su apodo, Citroën Tiburón, es uno de esos coches excepcionales que anticipan el futuro. Es pura belleza: elegante, moderno, eterno. Un coche, por supuesto, pero uno de esos coches que son un placer para la vista.
Giordano Vittorini, un joven diseñador erradicado en la brasileña Sao Paulo, ama los coches. Es un excepcional dibujante, y sus propuestas sobre vehículos Ford, Cadillac o Peugeot son de un realismo y una delicadeza tremendas.
El Tiburón es un coche, pero uno de esos pocos coches que al cruzarse te alegran la vista
Pero a Vittorini le gusta ir un paso más allá, por eso entre sus obras encontramos, por ejemplo, unas zapatillas deportivas con espíritu Mercedes Benz. Pero siendo una revista de bicicletas, no podíamos pasar por alto, sobre todo, su Citroën Concept Bike.
Mezclando dos colores, reinterpretando formas y, sobre todo, homenajeando la inconfundible y eterna cintura del clásico francés Tiburón, Vittorini cuenta entre sus trabajos con la Citroën Concept Bike. Un vehículo que nunca llegará a fabricarse, pero que sin duda tendría sus seguidores. Moderna y clásica. Sencilla y atrevida. Como el Tiburón, inolvidable coche (todavía es posible cruzarse con alguno en París, y es como si una obra de arte se hubiese escapado del Louvre) hecho bicicleta.
