El informe, publicado por Austroads y que analizaba el nivel de participación ciclista en Australia, muestra una disminución “pequeña, pero estadísticamente significativa” en los dos últimos años, según ha recogido el diario The Guardian. Si bien el objetivo era duplicar el número de cilclistas de 2011 a 2016 – como se planteaba en el National Cycling Strategy-, las cifras parecen indicar los contrario: la particicpación ciclista ha pasado de un 39,6% 2011 a un 37,4 % en 2012. La tendencia volvería a confirmar la teoría de que el casco obligatorio en vías urbanas desincentiva el uso de la bicicleta, tal y como defiende la comunidad ciclista a este lado del mundo.
Esta ligera caída se ha visto reflejada especialmente en el público infantil -de 2 a 9 años de edad-, una generación clave en el futuro del ciclismo urbano. Este dato, que se apoya sobre todo en la venta de bicicletas no es para algunos, sin embargo, motivo de alarma: “Tenemos que trabajar más en los programas de educación, los cuales ayudan a los niños con la bicicleta, y que los los convierten en mejores conductores en el futuro. Y también necesitamos replantear otras cosas, como el límite de velocidad de 40 km”, afirmó Cristiano Haag, director general de Bicycle South Australia.
Miedo al tráfico
La posible explicación de este descenso no está clara, aunque muchos ven el miedo como una posible causa: “La encuesta muestra que la mayoría de la gente le encantaría desplazarse más en bicicleta , sobre todo para mejorar su salud . Pero no hay infraestructuras lo suficientemente seguras y tienen miedo a utilizar la bici junto con el tráfico”, afirmó Garry Brennan, portavoz de Bicycle Network Victoria.