“Tu bici es la mejor, sea la que sea”. Es el lema que explica la filosofía de El Bon Pedal, un taller situado en el número 115 de la avenida de Roma, en pleno Eixample barcelonés.
Parte del amor a la bici que se respira al entrar en El Bon Pedal se explica, quizá, por la propia historia del local: Pol y Mireia, sus responsables, se conocieron precisamente trabajando en una tienda de bicicletas. “La idea de poner en marcha El Bon Pedal surgió durante un viaje que hicimos en bicicleta en 2013”, cuentan, en una experiencia que narraron en la página de Facebook Cap Pressa. “Habíamos dejado nuestros trabajos, piso y nos lanzamos a la aventura de un año por Asia”.
Como ocurre en todo gran viaje, el regreso es duro. Pero la nostalgia se convirtió pronto en ilusión. “A medida que se acercaba la vuelta crecía nuestro deseo de montar nuestro propio negocio. Eramos conscientes de la dificultad, pero nos ganaba el tener la libertad de trabajar bajo nuestros propios valores y sentimientos hacia la bicicleta. Tardamos dos años en reunir los recursos necesarios y, en noviembre de 2016, nació el Taller”.
“El simple hecho de trabajar con lo que te gusta es un placer inmenso”
Hoy, y pese a todo el duro trabajo a las espaldas, Pol y Mireia se sienten afortunados. “El simple hecho de trabajar con lo que te gusta es un placer inmenso”, cuentan. “Consideramos la bici un invento genial: sólo requiere de un poco de aire y aceite para que te lleve a cualquier lado. Además, hace que estés más en forma, más feliz y mejorar la situación de nuestras ciudades. Así que contribuir con esto es una gran satisfacción”.
Cualquiera que conozca bien Barcelona sabe que cada vez son más los habitantes que se dan cuenta de esa realidad. Un movimiento al abrigo del cual han nacido, en los últimos años, infinidad de negocios repartidos por toda la ciudad. ¿Qué diferencia a todos ellos de El Bon Pedal? “Somos un taller y no una tienda: nuestro foco es reparar las bicicletas”, apuntan sus responsables. “Trabajamos con cualquier tipo de bici y la tratamos por igual, tal y como lo hacemos con las personas”.
Y es que en Barcelona, como en cualquier otra ciudad, hay bicicletas para todos los gustos. Desde bicis que han estado años cogiendo polvo en el garaje y un familiar quiere recuperarlas, a otras de alta gama. “Pol se rompe la cabeza y las manos para adaptar esas bicis no propiamente urbanas y conseguir la postura más cómoda posible”, explica Mireia. “Para él, hacer que la persona esté contenta con su bici y conseguir que la use lo máximo posible es un placer”.
“Nuestra preferencia es reparar, y no simplemente cambiar las piezas de la bici, para que ésta dure lo máximo posible”
A ese trato personalizado se suma un firme compromiso con la sostenibilidad y la propia labor democratizadora que tiene la bicicleta como medio de transporte. “Nuestra preferencia es reparar, y no simplemente cambiar las piezas de la bici, para que ésta dure lo máximo posible. Además, queremos contribuir a que sea un vehículo asequible para todos y poner nuestro granito de arena para incrementar el número de bicicletas en la ciudad y su seguridad. Queremos que el uso de la bici no esté limitado por un presupuesto, así que tenemos precios asequibles. Y seleccionamos los recambios con el objetivo que sean duraderos y de gran relación calidad precio”.
Por si todo ello fuera poco, El Bon Pedal cuenta con un rincón dedicado al cicloturismo. “Como cicloturistas que somos nos gusta tener libros de viajes y productos enfocados a ello. Nos encanta adaptar bicis para nuevos viajeros y darles consejos basados en nuestra propia experiencia”. Además, en el propio taller se pueden alquilar bicicletas. “Son bicis básicas y ligeras. No empezamos con la intención de alquilar bicis pero dado su demanda ampliamos este servicio. No es un sitio de tanto turista como la parte antigua pero también tenemos familias que nos las alquilan para pasear el fin de semana”, explican Pol y Mireia.
“Estamos en el buen camino el uso de la bici ha crecido y cada vez hay más facilidades para ello”
Como testigos de excepción de la revolución ciclista que vive Barcelona en los últimos años, pedimos a los responsables de El Bon Pedal un diagnóstico sobre la situación del ciclismo urbano en la capital catalana. “La bici ha incrementado mucho su uso en los últimos años y la ciudad está ofreciendo cada vez más facilidades para ello”, reflexionan. “Cuando volvimos en 2014 notamos muchísimo el cambio, y cada vez va a más. Creemos que aún estamos en fase de adaptación por parte de la sociedad, por lo que falta trabajo de concienciación. Pero creemos que estamos en el buen camino”.
Buena parte de esa concienciación pasa por una palabra clave: civismo. Y por parte de todos. “Los ciclistas deberían de respetar a los peatones y semáforos, y los conductores de vehículos motorizados a la bici”, opinan. “La reducción de carriles de coches para poner carriles de bicis es una medida impopular, pero nos beneficia a todos. Además, se deberían de mejorar las condiciones del transporte público y facilitar aparcamientos a las afueras de la ciudad para los que vienen de fuera. Así, integraremos a todos los ciudadanos en este cambio de movilidad para reducir los niveles de contaminación y mejorar la salud de nuestro planeta”.
Av. de Roma, 115
935 46 74 44