“Las utopías, esas que a usted le gustan tanto, han conducido a la URSS, a la Unión Soviética, a Siberia, a los campos de concentración, a veinte millones de muertos, sí, sí… sus utopías, sí, las suyas, a eso conduce la utopía”. Así respondió el concejal Juan José Echevarría (UPN) a Armando Cuenta, de Aranzadi -la formación que confluye con Podemos- durante el pleno del Ayuntamiento de Pamplona.
Visiblemente enfadado, el representante de UPN aseguró que la medida propuesta era una “utopía de ultraizquierda” que acabaría por desembocar en realidades terribles: “Luego llegan los talibanes y, esas utopías las convierten en férreas realidades. Y claro, construyen la URSS, construyen Corea del Norte, que supongo que le encantará, uno de los países más Juan José Echevarría continuó.
‘Chimpón Chi’
“Con el ‘Chimpón Chí’ -aseguró el edil en referencia al líder norcoreano Kim Jong-un-, o como se llame el que manda allí, conduce a Cuba y conduce más recientemente a Venezuela. La utopía de la ultraizquierda suya, URSS, Corea, Cuba y Venezuela. Lugares a los que nadie quiere ir ni quiere estar. Lugares de los que se ha huido y que han provocado millones, millones, millones de muertos. Millones, sus utopías”.
La terrible ‘utopía’ a la que se refería Echevarría era un plan estimado en cuatro millones de euros para añadir a los 60 que ya tiene la ciudad otros 30 kilómetros ampliar en 30 kilómetros de aquí a 2019. La propuesta de la formación es mejorar la movilidad de la capital navarra, fomentando el uso de las dos ruedas y restringiendo el uso de coches en partes de la ciudad como algunas avenidas.
Lo que tendría que haber sido un pleno rutinario y coherente -como pidió el propio Echevarría a Cuenca nada más comenzar su interlocución- acabó siendo unos de los más surrealistas. Y eso que normalmente es Cuenca el que se sale de la heterodoxia política. Pero es que, además, no se quedó ahí el monólogo. Cuando parecía que el enfado del edil de UPN iba descendiendo, volvió a la ‘realidad’ de Pamplona, ante la estupefacción del resto de los presentes, para decirle a su interlocutor: “Supongo que a estas alturas ya se habrá dado cuenta de que no van a hacer los carriles, los cuatro millones, ¿no? En fin, muchas gracias”.