Como si de un espectacular número de circo se tratara, François Gissy salió disparado con su bicicleta hasta alcanzar 333 kilómetros por hora en cinco segundos, una hazaña conseguida gracias al cohete que le propulsaba, fabricado por la empresa suiza Exotic Thermo Engineering.
Un potente dispositivo –tres pequeños propulsores impulsados por peróxido de hidrógeno– que fijados a la bicicleta, lo propulsarón hasta alcanzar 207 millas por hora (333 km/h aproximadamente) en cinco segundos. “No se puede describir la sensación… Hay que vivirla. Tengo suerte de que mi cabeza todavía está pegada a mi cuerpo”, confesó Gissy para Gizmag.
“No se puede describir la sensación… Hay que vivirla”
Con esta nueva marca conseguida la pasada semana en el circuito francés de motociclismo Paul Ricard, Gissy rompió su propio récord, establecido en 263 kilómetros por hora en 2002. Pero a este francés parece no bastarle. Su próximo reto: alzanzar los 400 kilómetros por hora.