Puede que a Davide Martello le dijeran en alguna ocasión aquello de “con la música a otra parte”. Y en su caso, puede que se lo tomara al pie de la letra. Y es que este pianista profesional de 37 años se ha convertido en una inspiración para miles de amantes de la música y los pedales, gracias a su piano de cola adosado a una bicicleta plegable con la que ya ha recorrido varios países europeos.
Martello, que ya ha llevado su música a pedales por ciudades como Nueva York, San Francisco, Frankfurt o Budapest, circula con una bicicleta plegable Mobiky, a la que ha adosado un piano de cola. Empezó a tocar a los nueve años, y a los 27 decidió que quería hacerlo en la calle. Una manera de llevar la música a la gente, para lo que no dudó en unirla a su otra gran pasión: la bicicleta.
En una entrevista concedida a la web Bicycling.com, Martello reconoce que su peculiar invento causa sensación. “La gente se sorprende mucho y me piden hacerse fotos conmigo”, cuenta. “Debo ser el único que se mueve por el mundo en una bicicleta que lleva un piano”. Es muy probable que así sea.
Para dar forma al singular módulo con el que transporta el pequeño piano de cola, Davide acudió a Peter Stanley, un constructor de remolques para bicicleta, que aceptó encantado uno de los retos más singulares de su carrera: una plataforma que cuenta con unas ruedas en su parte inferior, lo que le permite transportar el pesado instrumento con facilidad.
No se trata de un piano cualquiera: en realidad, es un híbrido entre un piano de cola con un pequeño piano de escenario, que cuenta en su interior con un altavoz y una batería que dura entre tres y cuatro horas, lo que obliga al pianista a ofrecer conciertos de duración limitada. Si se pasa de tiempo, como ya le ocurrió en Nueva York, la asistencia al pedaleo se agota, lo que le obliga a cargar con el piano a golpe de pedal.
La vida nómada
Su singular bicicleta también ha vivido episodios difíciles, como cuando en San Francisco tuvo un pequeño accidente con un coche de Uber tras perder el control de la bicicleta bajando una de las conocidas colinas de la ciudad californiana. “Llamé a la policía, pero al contarles lo sucedido debieron pensar que se trataba de una broma y no vinieron”, recuerda. El piano sufrió daños, pero afortunadamente pudo ser reparado para volver a estar plenamente operativo en cuestión de días.
Martello tiene un espíritu nómada: o tiene un hogar estable, sino que vive en su coche y a caballo entre Estados Unidos y Alemania. Entre sus conciertos más destacados, los que ha ofrecido en lugares como Kiev y Afganistán, así como en ciudades que han sido escenario de ataques terroristas. Las imágenes de Martello tocando tras los ataques de Charlie Hebdo de París en 2015, así como tras el tiroteo de la sala Bataclan de 2015 o el tiroteo en Dallas de 2016 se hicieron virales. Actuaciones con las que, según él, quiere invitar a la gente a “reflexionar a través de la música”.