¿Cómo valora el crecimiento del Red Hook Criterium durante los últimos años?
Desde su primera edición RHC ha tenido muchos espectadores y corredores, pero en los últimos tiempos hemos logrado triplicar ambas cifras cada año. Ese crecimiento exponencial ha sido increíble para este deporte, pero también un reto enorme para los organizadores.
Debemos reinventarnos cada carrera: lo hecho el año anterior no sirve cuando creces tan rápido
¿Cómo se afronta ese reto?
Básicamente, hemos tenido que reinventarnos cada carrera, porque lo hecho el año anterior no sirve cuando afrontas tal crecimiento. Lo más duro es prever, exactamente, cuánto crecerás cada año: si te quedas corto lo pagarás después, y si te marcas un objetivo demasiado alto será difícil convencer a tus socios de que te acompañen en el siguiente gran paso.
¿Es posible crecer y que la carrera mantenga su espíritu original?
Sí, pero sólo por una razón: precisamente porque estamos siendo capaces de anticiparnos a los acontecimientos, incluso cuando son así de locos.
¿Por qué eligieron Londres, Barcelona o Milán para crecer internacionalmente?
El primer RHC internacional fue en Milán, en 2010: lo organizamos como un evento absolutamente underground porque así fue, también, como fue concebido en su momento en Brooklyn. ¿Por qué Milán? Viajé allí unos años antes, e hice un montón de amigos ciclistas. La prueba fue un éxito, provocó un estallido ciclista en toda Europa y gente de otros países nos pidió organizar algo parecido, pero hasta 2013 no pudimos hacerlo. Cuando firmamos un acuerdo con Rockstar Games nos pusimos en contacto con un productor de eventos catalán, Ferrán Bartolomé, con una enorme experiencia y mucha pasión por el proyecto: en el acto comprendí que podía confiar en él, y ese mismo año ya teníamos un RHC en Barcelona.
¿Y Londres?
Aterrizamos en 2015. Londres es una de las ciudades más importantes del ciclismo mundial, y si queríamos que nuestro campeonato también lo fuese debíamos estar allí. Además, una de las oficinas principales de Rock Star está en la ciudad, lo que nos permitía contar con todavía más apoyo logístico por su parte. La combinación ha sido perfecta.
Todo el mundo coincide en que la de Barcelona es la prueba del RHC más espectacular
¿Qué implica organizar carreras en cuatro países distintos?
Cada ciudad tiene su propio carácter y retos, además de una cultura de trabajo diferente. Comprender esas diferencias es la parte más complicada, porque negociar con un italiano es muy distinto a hacerlo con un británico. Cada carrera es distinta, pero intentar recrear la misma atmósfera en cada lugar… ¡Aunque todo el mundo coincide en que la de Barcelona es la más espectacular!
¿Cómo han conseguido que el RHC haya atraído, también, a marcas ajenas al ciclismo?
Porque está diseñado, sobre todo, para excitar al público: la carrera es sencilla, llena de adrenalina, espectacular. Pienso en ella como en una performance artística que gusta a miles de personas, muchas de las cuales no son fanáticas del ciclismo. Simplemente, son ciudadanos de grandes urbes, que vienen por distintos motivos. Reunir a una mezcla de gente tan variada es lo que nos hace atractivos para esas marcas, que saben que sus logos, productos y campañas, asociadas a esta carrera, serán vistas y apreciadas por el tipo de personas que ellos esperan alcanzar.
¿Es cierto que la UCI (Unión Ciclista Internacional ha contactado con usted para incorporar el RHC a su calendario?
No, no hemos tenido ningún contacto de ese tipo con la UCI, ni con ninguna federación nacional. No rechazamos esa posibilidad, pero tampoco estamos demasiado seguros de qué nos podría aportar. Estoy abierto a dialogar con cualquier organización que pueda ayudar a que esta carrera, y a que la cultura ciclista, crezca. Y, personalmente, creo que el ciclismo tradicional debería abrir sus ojos, tener una mirada más amplia, para entender por qué el Red Hook Criterium es tan exitoso.