Al recorrer las páginas web de marcas o tiendas, es frecuente leer en las especificaciones técnicas de sus eléctricas los kilómetros que podremos recorrer sin cargarlas. Nos hablan de 50, 70, 90 o hasta 130 kilómetros, pero es complicado (y poco aconsejable) poner la mano en el fuego por la veracidad de esas cifras. ¿Cómo acertar? ¿Qué determina cuántos kilómetros podremos hacer con una carga?
En primer lugar, no existe un estándar independiente que determine la autonomía máxima de una bicicleta eléctrica (sí lo hay, por ejemplo, en el sector del automóvil, aunque las cifras oficiales siempre son muy inferiores en el mundo real).
Como nos explica un experto como Alejo Bastos (responsable de la tienda Biobike), no sería nada complicado. "Bastaría con poner cada bici en un rodillo con un dinamómetro para poder calcular la potencia y el gasto exacto de batería", nos explica. "Haciendo eso en las mismas condiciones con todas las e-bikes, tendríamos un sistema sencillo, fiable, barato y muy democrático".
Sin embargo, y por motivos que desconocemos (y que dejan la puerta abierta a, quizá, un negocio con futuro), aún no se ha hecho, encontrándonos así sólo con el optimismo de los fabricantes y la realidad de los usuarios.
Porque, como dice Bastos, "por un lado están las matemáticas puras y duras, y por otro la interpretación que cada fabricante hace de esas matemáticas. Como consumidor, sólo hay una cosa clara: cuantos más vatios hora (Wh) tiene una batería, más kilómetros le vas a poder hacer".
Las variables
Luego, claro, están los muy distintos factores que afectan a esa autonomía. Incluso con una misma e-bike, los kilómetros dependerán de elementos como el viento, el peso del ciclista y de su carga, la aerodinámica de su ropa y accesorios, las condiciones y el tipo de suelo, lo hinchadas que lleve las ruedas (y si éstas son de taco o lisas) o, fundamental, si hace más o menos frío. ¿Muchas cosas, verdad? Pues hay más.
Y quizá aún más importantes: si se usa más una marcha u otra, si el motor es de buje o en el pedalier o, vital, con qué nivel de asistencia circulamos más kilómetros y en qué momento recurrimos a él (está claro: cuántas más cuestas subamos, más usaremos la asistencia y menos nos durará la batería).
En resumen: que hasta la bici con más autonomía puede recorrer menos kilómetros que el modelo más sencillo en función de todas esas variables. "Hay tantas cosas en juego", explica Bastos, "que realmente no podemos tenerlas todas en cuenta ni como usuarios ni como distribuidores o fabricantes".
"¿Un ejemplo? A las baterías de litio les afecta muchísimo el frío. En función de la temperatura pueden rendir hasta un 20% menos. ¡Así que hasta en un mismo país la autonomía real puede variar por completo!"
¿Nos engañan?
Algo más: no hemos mencionado, por ejemplo, que cada batería evolucionará de distinta manera según transcurran los años o, sobre todo, cuántas veces (y hasta cómo) se recargue. Variables que nos llevan a preguntar…
¿Por qué entonces los fabricantes se atreven a hablar de una autonomía? ¿Es todo una gran falacia para que vayamos en masa a comprar sus bicicletas eléctricas? Como somos bien pensados, no lo creemos. Simplemente, tratan de responder a sus clientes la tan manida cuestión de cuántos kilómetros les asistirá su bici. Una pregunta que va del público a las tiendas, de las tiendas a los fabricantes, y que en algún momento se traslada a los departamentos de marketing para que sean ellos los que den una respuesta precisa.
¿Autonomía de nuestra bicicleta? ¡60 kilómetros! !800! ¡3.000! ¡Es broma! Datos que no son mentira… Pero tampoco reales. Porque están calculados en función de cómputos matemáticos teóricos. Porque de haber sido probados lo han hecho en condiciones óptimas, con los neumáticos hinchados a tope, sobre un impecable asfalto, sin viento, con un ciclista ligero y, claro, siempre con la menor asistencia posible. Y porque no, no son mentira, sino la más bonita de las verdades. ¿Pero no consiste en eso el marketing?
La "franja"
Quizá eso, una franja, seria lo ideal cuando se nos habla de cifras. Que se nos dijera, por ejemplo, que un modelo tiene una autonomía de entre 25 y 100 kilómetros si vamos todo el rato en "Turbo" o si nos conformamos con "Eco". O, incluso, que existiera un estándar internacional por el que pudiésemos decir eso de que "mi e-bike tiene una autonomía de la W.E.B.A. (World Electric Bicycle Autonomies) de no sé cuántos kilómetros". Un organismo independiente que, por supuesto, no existe y que nos acabamos de inventar, pero que quizá alguien debería crear y que al menos le daría uniformidad a los cálculos.
En resumen: por ahora, y mientras no exista una certificación independiente y fiable, las autonomías "oficiales" de las bicicletas eléctricas serán las dictadas por fabricantes, distribuidores, medios de comunicación o, quizá lo más confiable, usuarios. ¿Quieres saber, entonces, la autonomía REAL de la e-bike que tanto te gusta? Nuestro consejo es que busques en foros o grupos sobre el modelo (o, en su defecto, sobre el grupo eléctrico que lleve instalado), y que te lances a consultar o, sobre todo, preguntar. Así, hilando fino, podrás saberlo con más precisión, y además tu experiencia podrá ser también muy útil para los demás.
4 Consejos básicos
Puedes hacer muchas cosas para aumentar los kilómetros de asistencia, pero hay cuatro claves con las que siempre vas a acertar.
1.- Aprovecha al máximo el desarrollo: la relación de las marchas de tu bici tiene que acompañar a la asistencia.
2.- Cuanto más pongas de tu parte, mejor. No hace falta estar siempre en "modo turbo", baja el nivel de asistencia y esfuérzate un poco más.
3.- Lleva las ruedas bien hinchadas: cuanto menos roce tengamos con el suelo menos fuerza tendrá que hacer el motor.
4.- Revisa el peso que llevas. Valóralo como si no fueses en e-bike.
Siempre queda algo
¿Sabías que las baterías no se agotan del todo? En efecto, cuentan con un mecanismo de autodefensa llamado BMS (Battery Management System) que las apaga cuando, en realidad, todavía conservan un 15% de carga. Algo imprescindible, ya que si dejásemos descargar del todo las baterías se producirían daños irreversibles. Eso sí, el BMS sólo se activa si la batería está en funcionamiento: por eso es importante cargarla de vez en cuando aunque no usemos la bici.
El medidor
Si tienes dudas del estado de tu batería, muchas tiendas especializadas cuentan con un medidor de capacidad que te informa del porcentaje real. Algo muy útil para baterías con muchos ciclos de carga, y que dictará si debemos o no cambiarla.