Cultura ciclista

¡Cómprate un coche, perdedor!

Una pareja atrapada en un atasco y, en medio de los coches, un ciclista urbano sorteándolos y siguiendo su camino. Esa es la base de un excelente sketch de la televisión islandesa, que define la relación entre muchos automovilistas y ciclistas en cualquier ciudad del mundo.

¿Quieren saber cuál fue, según algunos, el sketch satírico más divertido emitido por la televisión islandesa en 2019? Probablemente no tienen la más mínima idea y, casi seguro, tampoco el más mínimo interés. Sin embargo, es cierto que es muy divertido, como buena sátira también muy realista y gira en torno al... ciclismo urbano y los automovilistas.

Ayer mismo el urbanista Brent Torderian, responsable durante un tiempo de la planificación de Vancouver y toda una institución en cuanto a movilidad, compartía un tuit con un vídeo subtitulado en inglés. En concreto, un breve sketch de un programa humorístico de la televisión islandesa, en el que se lanza una proclama que, probablemente, algunos hemos escuchado alguna vez: “¡Cómprate un coche, perdedor!”

No es la primera vez que ese sketch, emitido a finales de 2019, es compartido en las redes sociales: en Twitter se ha visto unas 130.000 veces. Otra cuenta sobre movilidad y ciclismo urbano, Cycling Professor, manejada por el Urban Cycling Institute de los Países Bajos, ya lo había también compartido hace unos meses. En ese momento fue, también, un éxito, con más de 1.000 ‘me gusta’ y casi 400 retuits.

Pero vayamos a las fuentes originales. Y, en este caso, esta es Björn Teitsson, periodista y, por cierto, guionista durante muchos años de RUV Iceland, la televisión pública islandesa responsable del programa en el que se emitió el sketch. Preguntado sobre el mismo, Teitsson solo tiene una respuesta… satírica: “Lo único irreal de esa situación”, comenta, “es que haya dos personas viajando en el coche, en vez de solo una”.

¿Os ha ocurrido alguna vez algo parecido? ¿Habéis vivido una experiencia así de ridícula? Probablemente sí. Hacérnoslo saber: con las cosas que nos pasan a los ciclistas por la calle podríamos, probablemente, no hacer un solo gag, sino toda una serie de televisión.