Promete ser uno de los inventos del año. Al menos, en lo que se refiere a movilidad ciclista. El casco inteligente Classon, de la firma neoyorquina Broklyness, ya ha llamado la atención de ciclistas de todo el planeta, a pesar de encontrarse aún en fase de desarrollo y en busca de financiación para hacerse realidad.
Y es que las primeras imágenes, así como las características de Brooklyness, son como para quedarse con la boca abierta. Porque no hablamos de un casco cualquiera, sino de uno que avisa al resto de conductores y usuarios de la vía de nuestros movimientos. Y lo hace gracias a una tecnología que percibe cuándo frenamos, gracias a un acelerómetro que activa la luz roja en la parte trasera del casco. Del mismo modo, unos sensores situados en los laterales del casco detectan los movimientos de nuestras manos para activar los intermitentes. Pero eso no es todo: dos cámaras registran todo lo que ocurre alrededor del ciclista: en caso de aproximarse cualquier objeto tanto por delante como por detrás, nos avisará con una luz situada en la visera.
El Classon, que se conecta a nuestro teléfono móvil a través de bluetooth, cuenta con una memoria interna de 4 gigas, suficientes para almacenar imágenes en HD durante seis largas horas. Asimismo, la batería tiene una duración aproximada de dos horas y media.
De cara a convertir el sorprendente Classon en una realidad, la empresa ha puesto en marcha una campaña de crowdfunding en la plataforma de micromecenazgo Kickstarter. El objetivo es conseguir 30.000 dólares (unos 26.500 euros), para lo cual tienen un plazo de 30 días. Todos los que quieran adquirirlo podrán hacerlo por la razonable cantidad de 99 dólares (87,70 euros). Eso sí: incluso los que aporten su granito de arena al proyecto tendrán que esperar, al menos hasta abril de 2017, para recibir un Classon.
No te pierdas el vídeo para comprobar cómo funciona el Classon de Brooklyness.