Sol Otero, hija del legendario fabricante de bicicletas Enrique Otero, nos recibe con una amplia sonrisa en el establecimiento que sigue regentando bajo el madrileño puente de Segovia. Hoy en día, sigue siendo la tienda de bicicletas más antigua de toda la capital, y probablemente también la más emblemática. Fundada en 1927, Bicicletas Otero es hoy en día un moderno negocio, pero también un lugar lleno de recuerdos en cuya parte superior se ubica de manera temporal un auténtico museo de bicicletas emblemáticas de principios del siglo pasado, fotos dedicadas de ciclistas legendarios o hasta la antorcha que portó Miguel Induráin de camino a los Juegos Olímpicos de Barcelona 92.
Este sábado, Ciclos Otero organizará la segunda edición de la Clásica Otero, un recorrido ciclista que partirá de la Puerta del Sol (“no podría ser desde otro punto, afirma Sol con orgullo”), cruzará tres parques madrileños (El Retiro, El Pardo y la Dehesa de la Villa) y regresará al centro de la capital para concluir en el Palacio de la Cibeles, sede del Ayuntamiento.
No se trata de competir, sino de disfrutar del paseo
“En total, son unos 80 kilómetros”, explica Sol. “Pero no es algo reservado únicamente a los valientes o a los ciclistas acostumbrados a grandes rutas, sino que está abierto a cualquiera que quiera participar. De hecho, no se trata de competir, sino de disfrutar del paseo tanto por Madrid como por sus alrededores. Y cualquiera que forme parte de la Clásica Otero puede apearse en cualquier momento”, cuenta Sol.
La web del evento hace un claro y festivo llamamiento a los participantes: “Prepara tu bicicleta clásica con rastrales. Recupera la vestimenta de época: zapatillas, chichonera, gorrita y esos magníficos maillots”. La clásica Otero contará, además con un triple homenaje a tres nombres fundamentales de nuestro ciclismo: José Manuel Moreno, Julio Jiménez y Nieves Moya.
Las normas de la Clásica Otero son sencillas: está permitida la participación a cualquier ciclista mayor de 16 años. Eso sí: sólo se admitirán bicicletas de carreras antiguas o replicas de cuadro clásico con palancas de cambio en el cuadro, con calapiés o rastrales en los pedales. Quedan prohibidos los pedales automáticos. También se permite el uso de bicicletas clásicas destinadas a otros fines como pista, tándem, de cartero, de servicio, de empleo en el trabajo o de paseo.
Una ciudad tolerante
Enamorada de su ciudad, Sol tiene claro que “Madrid está cambiando. Lo que antes veíamos como algo muy lejano, casi inalcanzable, empieza a materializarse”, apunta al respecto del crecimiento de la movilidad ciclista en la capital. Para la responsable de Otero, la ciudad tiene algo que la hace especial, “el carácter tolerante y abierto de su gente”, lo que bajo su punto de vista es un elemento muy favorable de cara a la implantación cada vez mayor de la bicicleta en sus calles.
La cuota de inscripción, que se realiza a través de la web de la Clásica Otero hasta este jueves, oscila de 25 a 50 euros, dependiendo de si además de participar se quiere alquilar una bicicleta para el recorrido. Los dorsales se podrán recoger el viernes en Ciclos Otero de 10 a 14 y de 17 a 20 h. Habrá premios especiales para el Grupo más lejano (mínimo 6 participantes) y el equipo más numeroso (mínimo 6 participantes), así como trofeos para distintas categorías: participante más joven, más mayor, mujer más elegante y bici más original. Los 100 primeros inscritos entrarán en el sorteo de una bicicleta exclusica de la marca.