Era miércoles, y tenerla por primera vez en las manos era la culminación de varios meses de trabajo y un sueño que, alguna vez, pareció inalcanzable. Hagamos memoria: en esa época no paraban de cerrar periódicos de papel como ADN, Qué o Público, cruzarse con un ciclista era algo extraño en casi todas las ciudades de España y la gente, en general, pensaba sobre todo en la crisis económica y las dificultades que nos depararía el futuro.
En efecto, el camino no era fácil. Pudimos arrancar gracias al apoyo de distribuidores como Bike Tech, Avantum, Ecologica o Plus Bike, que confiaron en nosotros cuando éramos desconocidos. Decenas de tiendas de toda España nos abrieron sus puertas, en muchos casos con cierta desconfianza, pero pronto mostraron su entusiasmo.
Y luego, claro, estaban los lectores. Recuerdo quién recibió el primer ejemplar: un valiente ciclista con el que nos cruzamos en el centro de Madrid. En medio de decenas de coches le interrumpimos durante un minuto para entregarle una revista, Ciclosfera, que acababa de salir a la calle y que aspiraba, por encima de todas las cosas, a animar a muchos más como nosotros a pedalear en España. Nos miró como pensando… ¿Pero estos chalados quiénes son?
Tres años después, los chalados están más emocionados que nunca. La revista de papel ha crecido: seguimos imprimiendo 15.000 ejemplares, pero ya estamos en más de 130 puntos de distribución y hay cientos de suscriptores que nos ayudan a seguir adelante. Los pocos anunciantes que nos permitieron cubrir parte de los gastos se han convertido en muchos más (¡aunque siempre serán bienvenidos los nuevos!). Lectores y tiendas de México, Colombia, Argentina, Chile, Uruguay o muchos más puntos del mundo nos piden tener la revista (y pronto habrá novedades en ese sentido).
Porque eso, sin duda, ha sido quizá lo más grato: ver que el sueño de un grupito de españoles es ahora un proyecto internacional y masivo. No exageramos: sólo en Facebook ya somos más de 207.000 seguidores (creemos que la mayor comunidad de ciclistas urbanos en castellano del mundo), y servimos unas 400.000 páginas mensuales en nuestra página web.
Son muchas, muchas horas al día dedicadas a Ciclosfera. Un esfuerzo que no es tal por la pasión que nos provoca la revista, y porque lo mismo os pasa a muchos de vosotros. Lo que parecía un disparate se ha transformado en un medio de comunicación estable, en crecimiento y que pronto os traerá importantes novedades. Pero, por suerte, Ciclosfera es también el reflejo de algo mucho más importante: en las calles de todas las ciudades del mundo hay cada vez más ciclistas y, si ese proceso no se estanca, lograremos mejores ciudades, y por extensión una vida más saludable y feliz para nosotros y todos los que nos rodean.
Gracias por seguirnos y, por encima de todo, gracias por pedalear con nosotros.