Castelli ha vuelto. La marca, otra histórica de la bicicleta (su origen se remonta a 1876), es la responsable 26 años después de la fabricación de la legendaria ‘maglia rosa’, que distingue al líder del Giro de Italia. Castelli ya fue antaño la responsable de este símbolo del ciclismo, exactamente entre 1981 (cuando el italiano Giovanni Battaglin obtuvo la victoria final) hasta 1992, cuando el gran campeón español Miguel Indurain fue el vencedor absoluto.
Entre medias, nombres tan legendarios como los de Bernard Hinault, Francesco Moser o Giovanni Bugno lucieron el maillot rosa por las carreteras italianas. Por eso Steve Smith, responsable de la marca, asegura que la maglia rosa “no es sólo una camiseta: es un objeto de deseo, que simboliza el objetivo máximo para cualquier ciclista italiano y mundial. No está hecho con tejido, sino que es un símbolo que representa todo el esfuerzo necesario para ser digno de llevarla”.
Por todo ello Castelli ha hecho un esfuerzo muy especial, creando toda una colección de maillots “especiales, llenos de detalles que los realzan y los hacen únicos”, dicen desde la marca. Cremalleras con el símbolo del Giro, grabados en relieve… “Están llenos de referencias sutiles”, explican desde Castelli, “que los convierten en tesoros para cualquier amante del ciclismo y, en especial, para los fanáticos del Giro”.
Por supuesto, y desde este año, Castelli no sólo creará el maillot rosa del líder de la clasificación general, sino que también se ocupará de los maillots que distinguen al líder de la montaña, de la regularidad y al ciclista más joven de la clasificación.