Es un ciclista profesional en potencia. Pero también, un ciudadano concienciado sobre la movilidad sostenible y los peligros que corremos los ciclistas cuando nos echamos a rodar a la calzada. Marc Cabedo, un niño vasco de 14 años, publicó una carta en su perfil de Facebook que ha llegado hasta las páginas del diario El Correo tras hacerse viral en la Red.
Marc escribió la carta tras el trágico accidente que sufrió Rosario Costa, un niño italiano de su misma edad, que murió arrollado por un camión de basura mientras entrenaba con su padre. La noticia conmocionó al mundo del ciclismo y también a Marc, que colgó la imagen junto al texto.
Por su interés, reproducimos la carta de Marc en su totalidad. Quizá sirva para que algunos tomen conciencia de la responsabilidad que tienen al volante:
«Tengo 14 años, dos días a a la semana entreno con mi hermano de 9 años en la Escuela de Ciclismo. Está cerca de mi casa en un polígono. Solemos ir en bicicleta y a veces mi padre viene con nosotros. Otras vamos solos por el tema del trabajo […]. Siempre vamos por la calle, nunca por las aceras, cerca de la derecha, pero sin pegarnos mucho. Me han enseñado que no debemos ir pegados a los coches que hay aparcados, pueden salir sin vernos, pueden abrir las puertas sin mirar. Cuando la calle es de dos carriles nos pasan sin problemas, pero cuando sólo hay un carril, vienen las prisas. ¿Por qué se empeñan todos en adelantar? Cuando, en breve, llegarás a una rotonda y podrás pasar. ¿Por qué se empeñan en pasar? Aún tocándome el manillar, como el otro día. ¿Tanta prisa tienes? ¿No ves que no cabes? ¿Qué quieres, que me aparte? ¿Tienes hijos? ¿También les pasarías así? ¿También les pitarías? No lo entiendo. NO SOY UNA BICICLETA, SOY UNA PERSONA EN BICICLETA CON UN HERMANO, UN PADRE Y UNA MADRE.
Respeto, por favor, mi familia te lo agradecería y yo también.
El año que viene seré cadete. Ya he comenzado a rodar por las carreteras de vez en cuando. Los arcenes están sucios y rotos, grietas, baches, colillas, ramas, hojas, palos, tierra, gravilla, condones… ves de todo. Por un “CONDUCTOR” de un vehículo que te pasa manteniendo el 1,5 mts, 20 no lo hacen. Te pasan y ya está. No me ven. Sólo ven una bicicleta. No ven a la persona. No entienden, sólo pasan. Sin pensar. Sin saber de mi ilusión. Que quiero ser ciclista, no quiero ser futbolista, ni nadador. Necesito la carretera para entrenar, como el futbolista su campo y el nadador su piscina. Es mi ilusión, mi vida y mi pasión. Y yo, como ciclista, necesito la ayuda, el respeto y la comprensión de los conductores. Yo intentaré hacer lo mismo. Por favor intentad hacer lo mismo. Mucha gente os lo agradecerá»