Ante la falta de visibilidad nocturna -y especialmente ahora, que anochece más rápido-, el Ayuntamiento de Portland ha decicido seguir el ejemplo danés y colocar un sistema de luces LED en un tramo especialemente conflictivo del carril bici. Las luces, que se recargan con energía solar y se encienden automáticamente por la noche, se puede ver a partir de los 1.000 metros y cuentan con una autonomía de entre 5 y 10 años. El objetivo es instalarlas en aquellas zonas de mayor conflictividad, como curvas muy cerradas o tramos peligrosos.
Portland se convierte, así, en la primera ciudad de EE UU que pone a prueba este sistema de iluminación, un proyecto piloto con el que Saris Racks -la empresa que lo llevará a cabo- espera un éxito notable, no sólo en Portland, sino también en otras ciudades. Según explicó Dan Bower, director de la Oficina de Transporte (PBOT), a BikePortland, estas luces no sustituyen de ningún modo a la franja de separación que debería haber, pero no hay dinero hay dinero suficiente para la reconstrucción del carril bici. “No es lo ideal, pero es la mejor opción en este momento”, afirmó Bower.