Adentrarse en la conocida como Carretera de la Muerte, en Bolivia, es un reto peligroso. La ruta está considerada una de las más peligrosas del mundo y, sin embargo, son centenares los cicloturistas que circulan cada año por ella con el objetivo de conocer desde dentro un paraje espectacular.
Emile Vollenhoven, ciclista de Auckland (Nueva Zelanda), es la última víctima que deja la carretera. Vollenhoven viajaba a lo largo de Sudamérica con su pareja, Brittany Homan, cuando sufrió un accidente que le ha costado la vida, según cuenta la web neozelandesa Stuff.
“Mi amor. Mi alma gemela. Mi todo. Conco años no fueron suficientes, pero apreciaré cada momento que tengamos. Vuela alto mi ángel, espérame allá arriba, siempre seré tuyo”, escribió Homan en una emotiva y triste publicación de Instagram.
El accidente se produjo en en el camino de los Yungas, la conocida como Carretera de la Muerte aproximadamente a las 11:50 am hora de Bolivia el 22 de enero. Vollenhoven participaba en una visita guiada con Gravity Assisted Mountain Biking Bolivia, una compañía propiedad y fundada por el neozelandés Alistair Matthews.
El recorrido guiado es de 64 kilómetros de distancia, con un descenso vertical de 3600 m
En un comunicado, Matthews escribió: “Todos en Gravity Bolivia estamos profundamente conmovidos por este trágico accidente y queremos expresar nuestro más profundo pésame a sus amigos y familiares”.
El recorrido guiado es de 64 kilómetros de distancia, con un descenso vertical de 3600 m, equivalente sobre el nivel del mar. Los primeros 20 km están asfaltados, pero luego se convierten en un camino de tierra de un solo carril con importantes caídas en el lado del acantilado.