Han pasado cuatro años desde que, en 2015, un equipo de apasionados por la movilidad ciclista crearan Carmela, una bicicleta diseñada, desarrollada y montada en Barcelona. Ahora, cuando la bicicleta se produce en serie, se distribuye en toda Europa y gana presencia en la ciudad, los responsables de esta sorprendente e-bike decide dar un giro a su local ubicado en el centro de Barcelona y convertirlo en un showroom.
El local, ubicado en Carrer de la Diputació 286 (bajos), ha estado hasta el momento ocupado por el estudio de diseño y desarrollo de Carmela. En su interior se conserva el entorno original, las oficinas en las que se sigue innovando y gestionando la marca, y un segundo espacio de atención al público. Un punto de encuentro para todas aquellas personas que se plantean una alternativa de transporte sostenible y diferencial. En él se puede conocer cada detalle técnico de la bicicleta de mano de sus creadores, recibir asesoramiento, probarla sin compromiso y configurar la propia con accesorios.
Carmela fue premiada con el Mejor Diseño del Año 2018 para la movilidad. Y se trata de una bicicleta muy especial: encierra un sofisticado y meticuloso contenido tecnológico desarrollado y producido en España. Un trabajo en tándem junto a los proveedores locales, haciendo un seguimiento continuado de la evolución del producto y su fabricación. El montaje se lleva a cabo en Biciclot, Poblenou, un referente de la bicicleta en Barcelona desde el año 1980 y que cuenta con las instalaciones y líneas de ensamblaje que dan vida a Carmela.
Simple y versátil
El diseño de Carmela gira en torno a dos ejes: ligereza y seguridad. La máxima de sus creadores fue dar vida a una bicicleta eléctrica simple, de conducción estable y que facilite la vida diaria de las personas. Su peso total es de sólo 15 kilogramos. Cuenta con frenos de disco hidráulicos -modulables y con gran potencia de frenado-, una distribución de pesos perfecta, doble tracción -eléctrica delante, mecánica detrás- y una medida de rueda que aporta tanta estabilidad como maniobrabilidad.
Pero si algo llama la atención de Carmela es el hecho de que no cuente con display ni selector de velocidades: no son necesarios. Un único botón sirve para encender, apagar y cambiar el modo de asistencia. El controlador y los sensores hacen el resto: miden fuerza, cadencia y velocidad para decidir de forma autónoma el nivel de soporte eléctrico necesario. Cuando la fuerza en el
pedal es superior a la habitual y la cadencia baja, incrementa la ayuda: Carmela sabe que toca subida.
Para realizar un test exhaustivo de la bicicleta, tanto en Barcelona o cualquiera de sus distribuidores como en cualquier otra ciudad de Europa, simplemente debe cumplimentarse el formulario online. La marca realiza el envío de una bicicleta a la tienda especializada en ciclismo más cercana sin compromiso ni costes para el interesado. El horario de apertura al público de su tienda y showroom en Barcelona es de lunes a jueves de 9h a 18h y los viernes de 9h a 15h.