¿Qué destacarías del catálogo Canyon’2015 en el sector del ciclismo urbano?
Sin lugar a dudas, la gama Commuter. Es una bicicleta con todo lo necesario para disfrutar de los desplazamientos en la ciudad: unos magníficos guardabarros de Canyon que harán que siempre llegues limpio, un sistema de transportín integrado al que se le pueden acoplar alforjas, su magnífico sistema de transmisión por correa. el impresionante sistema de luces integrado… Es una bicicleta que enamora a primera vista y hecha a conciencia, analizando las necesidades del usuario y cubriéndolas en un producto redondo.
¿Qué nuevos modelos llegarán a lo largo del año, y en qué fechas?
De momento no puedo avanzar información de futuros proyectos, pero sí os adelanto que estamos convencidos de la importancia de la bicicleta en los entornos urbanos y, por ello, trabajamos intensamente para ofrecer un catálogo más amplio.
¿Qué virtudes distinguen a Canyon de otras marcas en el campo del ciclismo urbano?
Canyon nace originalmente con un enfoque muy deportivo, Pure Cycling. Es nuestro lema, y describe las sensaciones que un usuario siente cuando se pone a los mandos de una Canyon: un producto altamente tecnológico desarrollado para profesionales al alcance del cliente particular. Si aplicamos esa filosofía al ciclismo urbano nos encontramos con una gama urbana cargada de tecnología y bicicletas de alto rendimiento, cómodas y ligeras adaptadas al medio en el que se van a mover. Es el Pure Cycling urbano.
¿Cómo evoluciona el sector urbano en el negocio de Canyon en España?
Es todavía pronto para hablar de tendencias, pero estamos convencidos de que el ciclismo urbano es ya una realidad en España y cada vez está más presente en todos los rincones de este país. Como buena marca alemana no podíamos dejar escapar la oportunidad de estar ahí, con un producto muy especial… Estoy seguro de que en España va a cambiar mucho la forma de entender las bicicletas y, en unos años, veremos un panorama de movilidad urbana muy distinto al actual.
“Estoy seguro de que en España va a cambiar la forma de entender la bicicleta y la movilidad urbana”
¿Y respecto a Europa? ¿Cómo está evolucionando el mercado español de la bicicleta en general dentro del marco europeo?
España es una potencia para las bicicletas. Nuestra climatología, cultura o gastronomía invitan a salir a la calle, montarte en tu bici y desplazarte por la ciudad para desarrollar tu rutina diaria. Sin embargo, y pese a ser un referente en turismo, pinchamos totalmente en cicloturismo: muchos de los que nos visitan proceden de culturas donde la bicicleta es un medio de transporte primordial, y les chocan las carencias que todavía arrastramos. En ese aspecto, es un sector de la bicicleta que está por desarrollar, una receta con ingredientes sencillos pero de compleja elaboración.
¿Planea Canyon desarrollar bicicletas urbanas eléctricas y/o plegables?
De momento, y a corto plazo, no. Hacemos las cosas con mucha cabeza y cada paso se medita mucho para sacar un producto perfecto. El mundo de las eléctricas está todavía demasiado verde, y aunque se está haciendo mucho desde Europa por normalizarlas y categorizarlas vemos que todavía hay un poco de caos. Cuando tengamos claro cómo debe ser una eléctrica perfecta será el momento en el que Canyon contará con eléctricas en su gama. Sobre las plegables… ¡No tengo información al respecto, pero no me extrañaría que nuestros ingenieros ya estuvieran trabajando en ello!
¿Qué innovaciones tecnológicas serán protagonistas en Canyon en los próximos años?
De momento estamos trabajando el tema de la conectividad. Está por desarrollar, y la industria de la bicicleta se ha quedado un poco desfasada en ese sentido. El pasado Eurobike ya presentamos el proyecto MRSC Connected, que te puede orientar hacia donde van los tiros.
Tener en “la nube” los recorridos diarios, contar con un sistema de geolocalización… Conectividad es la palabra
¿Será la conectividad la próxima gran revolución?
En términos generales es un área a desarrollar en nuestro sector. Tener en “la nube” tus recorridos diarios en tiempo real, contar con un sistema de geolocalización que nos sirva para ser encontrados en caso de siniestro o para saber dónde está nuestra bici en caso de que nos la roben… Eso sin contar con un sistema informatizado en el que sepamos, a través de nuestro móvil, qué vida útil estimada le quedan a los consumibles de nuestra bici: pastillas de freno, cadena, cubiertas… La conectividad también es seguridad.
¿Qué gustos distinguen al comprador español respecto al de otros países? ¿Cuáles son sus preferencias?
El consumidor de cada país es distinto, y dentro de cada país cada zona o región puede diferir enormemente de una a otra: sucede en España, Alemania, Inglaterra o Suecia. Pero por norma general el consumidor español arrastra por cultura un concepto de bicicleta muy orientado a la competición y eso se nota en sus costumbres de compra, especialmente en carretera. Es un consumidor que hay que saber entender y escuchar porque tiene un gran conocimiento de producto y no le sirve cualquier cosa. Las preferencias varían mucho de unas zonas a otras, por suerte somos un país con mucha variedad geográfica y climatológica y eso hace que sea un mercado muy complejo.