Lo hemos probado (véase el vídeo) y podemos confirmarlo: Cannondale ha dado una vuelta al concepto de la entrega de bicicletas con sus nuevas cajas, absolutamente reciclables. Según la marca, se trata de un “primer eslabón de su compromiso para reducir los productos de desecho y, a la vez, simplificar el montaje de sus bicicletas”.
No cabe duda de que la bici es uno de los modos de transporte más ecológicos, pero aún puede serlo más. Por ejemplo, en el proceso de embalaje: no es de extrañar que las bicis salgan de las fábricas envueltos en plástico, espuma, flejes y todo tipo de materiales contaminantes. Y no solo eso: también el montaje de esas bicicletas es, en muchas ocasiones, demasiado complejo. Directamente imposible para casi cualquier usuario, e incluso muy difícil para un mecánico experimentado.
Cannondale quería cambiar todo esto y, como cuenta su director general, Eugene Fierkens, “el objetivo era diseñar un sistema de empaquetado mejor. Hacerlo menos dañino para el medioambiente pero, al mismo tiempo, también más robusto y práctico, de manera que permitiese reducir significativamente el tiempo de montaje una vez extraída la bicicleta. De esta manera no sólo ganaría el planeta, sino también las tiendas y clientes”.
Materiales 100% reciclables
De este modo Cannondale ha dejado de utilizar cinta adhesiva y bolsas de plástico, espuma, PVC o bridas para empaquetar bicicletas en su centro de ensamblaje europeo en Oldenzaal, Países Bajos. Todas las bicicletas de la marca se envían desde esta instalación y, ahora, se utilizará únicamente cartón certificado FSC, tintas naturales con base vegetal y cinta de embalar de papel reforzada con trenzado de fibra biodegradable. Tras la implementación con éxito de esta primera fase del programa en Europa, el objetivo de Cannondale es exportar estos procesos a otras regiones del mundo.
Mejor protección
El hecho de que sean más sostenibles no hace, además, que las bicis viajen con mayor fragilidad. En absoluto: Cannondale usará cinta de arroz para proteger los cuadros de posibles roces o daños, mientas que el resto de los elementos serán de cartón. Por ejemplo, los protectores para los discos de freno, casquillos para las ruedas y diversas molduras o cuñas encargadas de mantener las bicicletas estables y protegidas dentro de sus cajas.
Rapidez, sencillez
Último punto, muy importante: toda Cannondale ensamblada en Oldenzaal se envía ya montada al 95%, lo cual reduce a menos de la mitad el tiempo necesario para completar el proceso y el ajuste una vez sacada de la caja. Los frenos y la transmisión ya estarán ajustados con los latiguillos de los frenos colocados. Además, si una bicicleta está equipada con guardabarros y portabultos, se enviará con la rueda delantera puesta, lo que agilizará aún más el montaje.
El resultado es beneficioso en todos los sentidos: menos desperdicios y menos tiempo y esfuerzo para completar el montaje de la bici
El resultado de toda esta iniciativa es beneficioso en todos los sentidos: se generarán menos desperdicios y se exigirá menos tiempo y esfuerzo para completar el montaje de las bicicletas. Como decíamos, lo hemos podido comprobar nosotros mismos: hace unas semanas recibimos una estupenda Cannondale urbana para hacer una prueba (que pronto podrás leer en nuestra web), y pudimos experimentar de primera mano todas esas mejoras prometidas por la marca.
En efecto, y acostumbrados a manipular cajas de bicicletas, el uso de materiales degradables era absoluto, y una vez sacada la bicicleta pudimos tirar todo el packaging al contenedor de cartón y papel. Respecto al montaje de la bici, basta con ver el vídeo para comprobar lo sencillo y rápido que es todo el proceso. Así que… ¡que cunda el ejemplo y la bici sea, todavía, más sostenible!