Viajamos a Bucarest, la capital de Rumanía, para adentrarnos en uno de los bares ciclistas con más encanto del viejo continente.
Bicicletas, un buen café (o una cerveza) y la compañía de tus amigos. ¿Se te ocurre mejor combinación? Eso es lo que pensaron los encargados de idear y dar forma al Vintage Bicycle Bar, uno de los rincones más singulares de la capital rumana, Bucarest. Y un lugar de visita obligada para todos los amantes del ciclismo. O simplemente, para los que disfruten de un local cuya decoración y diseño está cuidado hasta el último detalle.
Alina Turdean fue la encargada de dar forma a este impresionante local, situado en pleno centro histórico de la capital rumana. Partiendo del concepto de reciclaje como máxima, Turdean se dedicó a recuperar piezas de bicicletas británicas de entre los años 1930 y 1940. Todo, para dar forma a un mobiliario de absoluto carácter ciclista: mesas, sillas, cuadros… las bicicletas inundan la estancia haciendo de ella un lugar que impresiona al visitante.
Más que bicis
Pero no todo son cafés y cervezas en el Vintage Bicycle Bar. Sus responsables han querido hacer de él un lugar de encuentro para todos los amantes de los pedales. De ahí que celebren puntualmente eventos dispares, exposiciones, talleres, charlas, proyecciones… Un auténtico paraíso.