El 3 de junio es el Día Mundial de la Bicicleta. Para celebrarlo y a modo de reivindicación, en Madrid se va a llevar a cabo una cadena ciclista con el objetivo de visibilizar la bici como medio de transporte y pedir una adaptación de nuestras ciudades a una movilidad sostenible.
Esta acción ha sido convocada por Pedalibre, Conbici, Moratacleta, EBA, Bicilineal, Equobicis y Bicillecas, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Madres por el Clima y Juventud por el Clima.
La cadena ciclista tendrá lugar en el paseo de Recoletos, entre Cibeles (Casa América) y Colón el 3 de junio a las 20:30. “Hemos elegido un lugar emblemático para pedir la construcción de un carril bici y la ampliación del espacio peatonal” explica Miguel de Andrés, representante de Pedalibre, añadiendo que “puede ser un simulacro de lo que podría terminar siendo la reforma de la castellana”.
Desde Pedalibre aseguran que se cumplirán las medidas de seguridad entre los participantes. “Proporcionaremos mascarillas a todo aquel que no lleve y gel hidroalcohólico” comenta Miguel. Además, los participantes deben inscribirse para formar parte de esa cadena “no estamos convocando a todo el mundo en un mismo sitio, si no que nos estamos repartiendo para evitar aglomeraciones” concluye el madrileño.
La intención es reclamar apoyo económico a planes de movilidad al gobierno central y acciones más ambiciosas a los ayuntamientos, para que se establezcan carriles bici provisionales durante esta desescalada con posibilidad a que se mantengan una vez acabada la crisis. “Es una llamada de atención para que las administraciones se pongan las pilas y aproveche el impulso de la bicicleta. Ha quedado demostrado una vez más las ganas que tiene la población de moverse en bicicleta siempre y cuando se den las condiciones. O recreamos estas condiciones, con vías ciclistas o volvemos a la situación antenrior” sentencia Miguel.
Las asociaciones firmantes consideran “que la bicicleta es un elemento estratégico en la movilidad durante la desescalada, porque no produce atascos, contaminación ni gases de efecto invernadero y permite mantener la distancia interpersonal.”
Ya son muchas ciudades en todo el mundo las que están fomentando los desplazamientos en bicicleta. Destaca París, que ha incorporado en la ciudad más de 1000km de carriles bici, le sigue Bogotá con 45km y Milán con 35km entre otras.
Dentro de España, ha habido ciudades que han tomado diferentes medidas, como Barcelona, que tiene previsto ampliar en 21 kilómetros los carriles bici, Logroño que tiene un plan en marcha denominado ‘Logroño Calles Abiertas’ o Valladolid, que ha elaborado un plan de transición con la intención de hacer un llamamiento a una nueva normalidad.
Estos colectivos reclaman que “en el caso de Madrid apenas se han realizado propuestas. Hasta el momento, el Ayuntamiento solo ha procedido al cierre al tráfico de motor de 29 tramos de calles (19 kilómetros) de las 12.606 calles de la capital (8.973 km) y solo durante los fines de semana.”
Entre las medidas que piden las organizaciones destacan vías específicas, segregadas y protegidas; un diseño urbanístico o medidas físicas que limiten la velocidad a 30/20 km/h máximo además de calles residenciales con prioridad peatonal y ciclista que cubran toda la ciudad; aparcamientos seguros para bicis; redistribución del espacio público urbano centrada en el peatón y la bicicleta; potenciar la intermodalidad; puesta en marcha de programas de formación para circular en bicicleta con seguridad; entornos saludables con programas específicos destinados a la población escolar y sus familias (Stars); una reconsideración normativa a fin de sacar el mayor potencial al uso de bicicleta en vía pública; y creación de centros logísticos a fin de promover el reparto de mercancías en bicicleta (ciclologística).