El cuadro, el corazón plegable de cada Brompton, cobra un protagonismo especial gracias al acabado Thermal Fade, inspirado en los colores que aparecen durante el delicado proceso de soldadura. Porque si hay algo que distingue a la marca londinense es el trabajo de sus 52 expertos soldadores, capaces de transformar tubos de acero en bicicletas que duran toda una vida. Y, como símbolo de ese legado, cada unidad incorpora la exclusiva Brompton Brazer’s Coin, una moneda de latón con las iniciales del artesano que soldó la bici.
La edición especial también incluye accesorios diseñados para acompañar el espíritu ciclista urbano: un portabotellas adaptable, que no estorba ni siquiera al plegar la bici; un estuche compacto de 1,5 litros para llevar lo esencial con seguridad y estilo; y un sillín ultraligero de carbono y cromoly, un 23% más ligero que el estándar y con asa integrada para facilitar el transporte. Todo ello rematado con una placa numerada y grabada con láser, que certifica la autenticidad y exclusividad del modelo.
Solo 1.975 unidades en todo el mundo: la Brompton 1975 Edition es un homenaje a medio siglo de artesanía.
Cinco décadas después de que Andrew Ritchie diseñara en 1975 la primera Brompton, esta edición limitada es mucho más que una bicicleta: es una pieza de colección, un tributo a la artesanía y un recordatorio de cómo una idea tan sencilla como hacer la vida más práctica sobre dos ruedas, puede convertirse en un fenómeno mundial.
