Estocolmo, Hamburgo, Vitoria-Gasteiz; Nantes, Copenhague y ahora Bristol. Y qué mejor forma para celebrar el título de Capital Verde Europea (la primera ciudad de Reino Unido en hacerse con el galardón) que sobre una bicicleta a 30 metros de altura.
Jade Kindar-Martin, de Cirque Bijou, pedaleó en la larga cuerda floja (situada entre dos almacenes de Cumberlan Basin) con la trapecista Karine Mauffrey colgada debajo. Una fascinante atracción circense llamada “Bridging the Gap”, que simboliza el gran salto que hay entre las palabras y la acción; entre las buenas intenciones de ser una ciudad verde y la determinación de convertirlo en una realidad.
Este título, que premia a aquellas ciudades que se esfuerzan para mejorar el entorno urbano con medidas saludables y sostenibles, ha sido otorgado a Bristol de forma merecida. La ciudad británica, entre otras iniciativas, planea lanzar el primer globo de energía solar del mundo o un proyecto de ‘tecnología verde’ para niños y adolescentes.
“Bristol tiene una oportunidad única para mostrar exactamente lo que hay que hacer ahora, desde la práctica, no desde la teoría”, explicó Tony Juniper, embajador de Bristol 2015, “Tenemos que encontrar la inspiración necesaria para dar forma a un futuro diferente“.