Bike es la canción que cierra un gran disco, The Piper at the Gates of Dawn, debut de Pink Floyd y cumbre de la psicodelia. Editado en 1967, el álbum fue titulado con el mismo nombre de uno de los capítulos de un clásico de la literatura infantil, El viento en los sauces, del escritor escocés Kenneth Grahame, novela favorita de Syd Barrett. En sintonía con el clima general del disco, el tema tiene un espíritu ensoñador y lisérgico: sonidos de relojes, gongs y violines preceden a un desenlace narcótico que se acerca a la música concreta.
"I've got a bike, you can ride it if you like. It's got a basket, a bell that rings. And things to make it look good" (Tengo una bicicleta, puedes montarla si quieres. Tiene una cesta, un timbre que suena. Y cosas para hacerla bonita).
La canción está dedicada a Jenny Spires, novia de Syd Barrett en la época en la que se grabó The Piper at the Gates of Dawn y mencionada también en otro de los temas del disco, Lucifer Sam. "Tu eres el tipo de mujer que encaja con mi mundo / Tengo una bici / puedes subir si quieres", dice la letra escrita por Barrett antes de perder la cabeza por su consumo descontrolado de LSD. La historia de amor con Spires nació cuando ambos eran adolescentes, a fines de los años 60, y se prolongó con intervalos, idas y vueltas hasta 1972, cuando Syd inició una reclusión que mantendría hasta 2006, el año de su muerte.
The Piper at the Gates of Dawn es el álbum de Pink Floyd en el que Barett tuvo mayor incidencia y para muchos el mejor de la historia del grupo. Más allá de los gustos personales, sin dudas se trata de uno de los más singulares que grabó la banda inglesa, un viaje musical alucinado en perfecta sintonía con otros discos que son considerados claves en la historia de la psicodelia como Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967), de The Beatles, y Odessey and Oracle (1968), de The Zombies.
"La Biblia astral de la psicodelia". "Un disco fracturado y terrorífico grabado en pleno Verano del Amor". "El placer de expandir la mente y la percepción conviviendo con la amenaza subyacente del desorden mental y la locura". Todo eso se dijo de The Piper at the Gates of Dawn, elogiado por David Bowie, Gong, Phish y Kevin Parker de Tame Impala. Una de las joyas secretas de la historia del rock. Gran alquimista de la psicodelia británica, Syd Barrett también grabó dos excelentes discos solistas editados el mismo año, 1970: The Madcap Laughs y Barrett. Sus ex compañeros de Pink Floyd, donde jugó un papel decisivo durante apenas un lustro, le dedicaron una de las canciones más célebres del grupo, Shine On You Crazy Diamond, incluida en el clásico Wish You Were Here (1975).
Los herederos de Barrett mantienen una web oficial con mucha información sobre este singular músico que, en Bike, nos revela su amor por temas tan dispares como los ratones sin hogar, los ejércitos de hombres-galleta de jengibre y, claro, las bicicletas.