Ideada y construida por Josh Bechtel en el estudio de diseño Scalyfish (EE.UU), esta bicicleta del futuro -aunque bien pudo pertenecer al pasado- es, según su creador, “más confortable, fácil de manejar y mantener”, a la vez que respeta su simplicidad y su funcionalidad.
Bicymple es compacta, de diseño aerodinámico y sin cadena, este modelo hace que el número de partes móviles y la complejidad global se reduzcan significativamente. Su peculiaridad reside en un sistema opcional de dirección posterior, diferente al de otras bicicletas y que, al incluir dirección, permite giros más ajustados, acortando la distancia entre éstos y minizando el diseño.
Simplificación total
Bicymple no puede ser más sencilla: dos ruedas, un cuadro reducido a barra, dos pedales, el sillín y el manillar. Quizá lo más llamativo sea que los pedales están colocados, a diferencia de las bicicletas tradicionales, en la rueda trasera, no necesitando de ningún tipo de engranaje o cadena para transmitir nuestra fuerza al vehículo.
Otra ventaja de este diseño ultra-compacto es que sea muy cómoda de transportar (sobre todo en la entrada y salida de lugares estrechos como escaleras y pasillos) pero también de guardar, cosa que se agradece cuando se vive en un piso pequeño y no se dispone de mayor espacio.
De momento, Bicymple no tiene precio ni fecha de lanzamiento en tiendas, aunque su creador está buscando la manera de fabricar y distribuir este elegante y curioso modelo.