La autorreferencialidad es fundamental en el hip hop, y Biking, single de Frank Ocean (2017), lo prueba. La bici es aquí un símbolo de los vaivenes de la vida de un artista que triunfó en un género caracterizado por transformar a muchos desheredados en fabulosos multimillonarios. En Biking, la bicicleta representa el equilibrio necesario para enfrentar vaivenes y cambios, pero también es un vehículo de libertad y libre albedrío, otro gran tema del hip hop, uno de los géneros musicales más politizados y rebeldes de la industria.
“Savage, I’m bikin’, yeah”, rapea Ocean en un tema que, además de letras y mensajes, tiene una música muy especial, idónea para acompañar un relajado paseo pedaleando al atardecer. ¿Algo más? Sí: se menciona a Nigel Sylvester (célebre practicante de BMX e imagen de Nike), la PK Ripper (un increíble modelo de SE Bikes) o el Big Willie Style, como referencia a hacer caballitos o recorrer muchos metros sobre una sola rueda (wheelies).
Siempre cerca
Hablando de bicicletas, Ocean solía usar una a diario cuando vivía en New Orleans, desaparecida en circunstancias muy especiales. Aunque nacido en California (Long Beach, 1987), la familia de Ocean se mudó a New Orleans cuando él tenía cinco años, y fue allí donde creció.
Una ciudad que, en 2005, se transformó en pesadilla por el huracán Katrina: el estudio de grabación de Ocean fue destruido por una inundación, y probablemente en el saqueo posterior que sufrió el lugar o por la propia corriente la bici se perdió. Tras el descalabro, Ocean se mudó a Los Ángeles y empezó a escribir canciones para Justin Bieber, Beyoncé, John Legend o Brandy. Y sí, en cuanto tuvo suficiente dinero, Frank se compró otra bici: basta con introducir en Google los términos “Frank Ocean + Bike” para encontrar fotos con diferentes monturas.
Invitados de lujo
Además de Tyler, The Creator, en Biking aparece una gran estrella del hip hop de la Costa Este: Jay-Z, que le aporta un flow inconfundible en términos sonoros y rítmicos, tendiendo un puente entre el hip hop de Nueva York y el de Los Ángeles, la ciudad de Tyler y el trampolín artístico para Frank.
Jay-Z nació en Brooklyn y se formó en el entorno del hip hop producido allí. Las diferencias con la escena de Los Ángeles son varias, y se reflejan especialmente en el flow (más duro y ajustado a la precisión rítmica en el Este, y más relajado y melódico en L.A.), el uso disímil de las cajas de ritmos y los sampleos, las temáticas de las letras e incluso en la ropa.
Otro de los nombres que no pueden faltar en un artículo como este es el de Young Thug: Ocean no lo sumó a este encuentro artístico, pero sin duda es una influencia muy notoria en el estilo interpretativo elegido para esta canción. Originario de Atlanta, Young Thug ha sido una presencia habitual en los medios por un juicio en el que es acusado de liderar una banda criminal.
La escuela de Frank
El contacto en Los Angeles con el colectivo Odd Future cumplió un rol fundamental en la formación de Ocean. Gracias al vínculo con ese colectivo de hip hop alternativo a finales de la década de 2000, Ocean entendió la importancia del enfoque irreverente y multidisciplinario para un artista del género. En la mira de Odd Future está en primer plano la música, pero también ocupan un lugar importante el arte visual, la moda y, sobre todo, la independencia creativa. Odd Future aboga por controlar todo el proceso: desde la producción y la grabación hasta la distribución y venta. Biking, de hecho, fue producida y grabada por Ocean y lanzada en abril de 2017 en Blonded Radio, su propio programa de radio. Además de la influencia musical y filosófica, Odd Future le permitió conocer a Tyler, The Creator, uno de los fundadores y líderes de ese colectivo, cuya voz aparece en Biking.
Plataforma de despegue
Cinco años antes de grabar y lanzar Biking, y después de presentar en 2011 un mixtape titulado Nostalgia, Ultra, que no llegó a grandes audiencias pero hizo circular su nombre por el ambiente del hip hop, Ocean se presentó en sociedad con un disco que ya es un clásico: Channel Orange. Publicado en 2012 sin grandes inversiones, fue aclamado por la crítica y ganó un Grammy.
En efecto, el álbum está entre lo más bello y significativo de la reciente música, con el mejor soul clavado en el espejo retrovisor y el sonido del futuro en un horizonte que parece al alcance de la mano. Más allá de ser un gran disco, Channel Orange tuvo el impulso publicitario que provocó la decisión de Ocean de hablar en público sobre su orientación sexual (una anomalía en un entorno machista como el del hip hop) e incluso ser más específico en canciones como Bad Religion y Forrest Gump. Ocean confirmaría su estatus innovador y generador de tendencias con Blonde (2016), un disco muy diferente.