Prueba de la Bickerton Argent 1808 Country: leyenda urbana

El nombre de Bickerton está escrito en letras de oro en la historia del ciclismo urbano. No en vano, la firma britática fue la encargada de fabricar una de las más legendarias bicicletas plegables de la historia. Fue en 1971 cuando Harry Bickerton diseñó y construyó una original y ligera bicicleta plegable, construida con el mejor aluminio y un diseño inconfundible que inspiró la mayoría de bicicletas plegables que durante los años siguientes han venido rodando por nuestras ciudades. En las siguientes dos décadas, la marca vendió más de 600.000 bicicletas.

Hoy, cuando la responsabilidad de la marca ha recaído en el hijo de Harry, Mark, Bickerton vuelve a ponerse en primera línea al hablar de bicicletas plegables. Y lo hace gracias a modelos como la Argent 1808 Country, que hemos tenido posibilidad de probar estos días.

Criatura urbana

La Bickerton Argent es, además de estilosa como pocas (con bonitos y llamativos detalles, como los clásicos cromados británicos), una montura extremadamente cómoda y versátil. Sus ruedas de 20″, el sencillo sistema de plegado -que lleva apenas 10 segundos y que queda perfectamente sellado gracias a los imanes Magnetix 2.0- y su cambio Shimano Claris de ocho velocidades la convierten en una máquina perfecta para rodar por las calles de cualquier ciudad. Respecto a su comodidad, es destacable la postura: poder regular el manillar en altura nos permite rodar muy erguidos y con la espalda muy relajada, permitiéndonos además mantener la cabeza muy alta, algo muy de agradecer a la hora de lidiar con el tráfico urbano.

Como debe ser en toda buena bicicleta plegable, la ligereza y las dimensiones una vez plegada son dos de los puntos fuertes de la Bickerton Argent 1808. Hablamos de un peso de 12,8 kilos -gracias a un ligerísimo cuadro fabricado a partir de aluminio 7005 T6- y un tamaño, plegada, de 38x80x68. Y todo ello, combinado con una sensación de máxima robustez y fiabilidad.

A todo ello se le suma algo difícil de explicar: esa sensación que uno experimenta al dar sus primeras pedaladas con una bicicleta en la que nunca antes se ha subido y que, pese a ello, resulta extremadamente familiar. Resulta sorprendente la sensación de espacio que tenemos en ella, algo raro en una bicicleta plegable: los brazos van extendidos, las piernas muy cómodas y tanto parados como en movimiento uno se encuentra cómodo y seguro.

La Bickerton Argent cuenta con otro plus a tener en cuenta: el Luggage Socket en la parte delantera, situado en la pipa de dirección, pensado para poner cestas o bolsas sin que se vea afectada la dirección de la bici. También en la parte trasera la Argent cuenta con un detalle muy práctico, como es un transportín equipado con unos pulpos que nos permite cargar con hasta 10 kilos adicionales. Puestos a encontrarle virtudes, hay otra esencial para la ciudad: una pequeña pata de cabra que nos permite dejarla estacionada con la suficiente tranquilidad como para estar seguros de que, en una caída tonta, no se verá afectada su bonita pintura. Si uno no quiere mancharse, también puede estar tranquilo, porque fiel a su carácter británico (donde, ya se sabe, la lluvia es una compañera habitual) la bici equipa guardabarros delantero y trasero que evita salpicaduras.

Por menos de 770 euros la Bickerton Argent 1808 ofrece comodidad, robustez y un comportamiento intachable

Sólo queda una cosa por la que, seguramente, muchos se estén preguntando: el precio. La Bickerton Argent 1808 Country tiene un PVP de 770 euros. Una cantidad más que razonable para una bicicleta con estos acabados, la máxima fiabilidad e, indudablemente, un aspecto de lo más atractivo. Además, la Argent 1808 ofrece una mezcla excepcional, sobre todo a su precio: la de pedalear sobre un vehículo moderno, por su eficacia y practicidad, pero con un poso de historia muy especial, al estar inspirada en la primera Bickerton que, hace casi medio siglo, se convirtió en leyenda.