Tiene 93 años, pero eso no le impide salir a pedalear cada día hasta completar los 240 kilómetros semanales que se marcó como objetivo hace años… y que sigue cumpliendo a rajatabla. Lo hace en una de las 11 bicicletas que conforman su preciada colección. Y lo hace desde hace mucho, mucho tiempo.
Se calcula que, desde que empezara a montar en bicicleta en 1946, Ron Longstaff ha recorrido más de un millón de millas e bicicleta. O lo que es lo mismo, 1,6 millones de kilómetros, lo que le ha valido el sobrenombre del “el ciclista más anciano de Inglaterra”. Sus gestas le ponen a la altura de otras leyendas como el francés Robert Marchand, quien está a punto de cumplir 109 años.
Longstaff, de cuya historia se hace eco el diario británico Metro, vive en la localidad de Humshaugh, al norte de Inglaterra. Y aunque ha competido durante toda su vida (concretamente, hasta que cumplió los 80), desde hace 13 años sólo pedalea por placer. De hecho, en 1997 ganó el Campeonato del Mundo de Veteranos de Ciclismo en Carretera en Austria, superando incluso a varios exprofesionales. Diez años después, en 2007, cumplió uno de los sueños de su vida y completó una contrarreloj de 24 horas en la que cubrió 524 kilómetros a pesar de perder 90 minutos debido a un contratiempo de salud y chocar cerca de la meta.
“Salgo tres veces por semana”, asegura Ron. “En total, hago unas 150 millas (240 km). El lugar donde vivo es una zona rural, muy tranquila. Eso sí: hay bastantes colinas, por lo que sea cual sea la dirección en la que vaya me toca subir. Esa es la parte más dura”, reconoce.
Ron comenzó a pedalear cuando su padre le compró su primera bicicleta de carretera en 1946. “Cuando mi padre fue desmovilizado después de la guerra, me compró una bicicleta de carreras muy liviana. Él había sido ciclista antes de la guerra y yo disfrutaba mucho montando en bicicleta cuando era niño. Empecé a competir cuando tenía 20 años y no dejé de hacerlo hasta los 80″.
A lo largo de toda su vida, Ron ha tenido tres accidentes. Sufrió una grave caída en su localidad natal, pero también un atropello en Tailandia, donde vive su hijo. Además, cuando tenía 74 años sufrió una fractura de cráneo tras ser atropellado por un automóvil conducido por una mujer de 81 años.
Ron, como tantos otros ciclistas anónimos veteranos, es la demostración palpable de lo que siempre decimos en Ciclosfera: el pedal no tiene edad.