Los ciclistas madrileños lo saben bien: la capital es un reto para los que no están acostumbrados a las cuestas. Pero entre las muchas repartidas por toda la ciudad, hay una que destaca por su particular desnivel: la que se encuentra en la Avenida de Pablo Iglesias. Precisamente al final de esa cuesta -casi una pared- se ubica uno de los talleres de bicicletas con más personalidad y encanto de toda la ciudad, BiciConAlas.
“El cuestón es un reto, pero nos viene bien para probar las bicis a fondo”, bromea Javier Reyero, dueño de BiciConAlas. La tienda nació en 2011 “como fruto de mi pasión por las bicis”, explica. “Quería poner mis manos a disposición del que lo necesitase y arreglar todo tipo de bicicletas lo más rápido posible”. De esa rapidez, Reyero obtuvo la inspiración para el nombre de la tienda: y es que aquí, sus experimentados mecánicos reparan tu bicicleta volando. “Además, además te prestamos una bici de sustitución para que no dejes de pedalear”, explica Reyero.
“Lo que nos hace especiales es que BiciConAlas no es una tienda de bicicletas al uso sino, sobre todo, un taller para el que ya tiene bici. Apostamos por arreglar cualquier bicicleta que se plante en el taller y que el cliente pueda comprar cualquier accesorio o componente que necesite. También convertimos cualquier bici en eléctrica, la restauramos, la mejoramos… En definitiva, hacemos algo que poco a poco va quedando olvidado: ¡reparar!”.
Y es que en la filosofía de BiciConAlas está ese muy presente ese compromiso con la sostenibilidad que tan bien encaja con el espíritu del buen ciclista urbano: “No contribuimos a que se fabriquen más bicis, sino a que se pongan en circulación las que ya existen. Además, reciclamos cada residuo de forma correcta. También podemos recoger tu vieja bici de casa y te la entregamos arreglada. ¡No hay excusas para no sacar tu bici del trastero!”, apostilla Reyero.
La revisión y el lavado son los puntos fuertes de BiciConAlas, y también su servicio más demandado. Porque cuidar bien de nuestra compañera debe ser una prioridad. “A cualquier bici siempre le viene bien una duchita y un hinchado de ruedas. Ajustar frenos y cambios, apretar de toda la tornillería y un engrase general. También vendemos muchos puños y pedales de colores, porque es una forma de personalizar la bici. Y sillines, porque todo el mundo se queja de dolores y un buen sillín te soluciona la vida. Pero, sobre todo, repuestos: zapatas, cables, cadenas, camaras, cubiertas…”
Un local con mucha historia
El local que hoy alberga Bici con Alas es un viejo conocido de todo madrileño que se precie: allí se ubicó, durante años, la célebre tienda de esquí de los legendarios Fernández-Ochoa. Hoy se ha reconvertido en un negocio que da trabajo a cinco personas. 300 metros cuadrados de tienda -por los que pasea el Gaspar, el simpático gato de Javier y mascota oficial de BiciConAlas- entre los que, incluso, hay un rincón especialmente pensado para descansar mientras te reparan la bici. “Es un alto en el camino, una parada obligatoria para todo el que ha pinchado, roto cadena o espera mientras le montamos algún accesorio que ha comprado”. Además, todo aquel ciclista que lo necesite puede contar con una bomba de inflado ubicada en el exterior de la tienda.
Para amenizar la espera, los clientes cuentan en ese rincón con todos los ejemplares de Ciclosfera, de la que BiciConAlas es distribuidora oficial. “Creemos en la bicicleta como herramienta de cambio de las ciudades, y Ciclosfera se enmarca en esa filosofía. Así que… ¡Hay que apoyarla”.
Avda. Pablo Iglesias, 48 (Madrid)
Tel. 91 1895377 / 633708269
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