Es una situación desesperante que todo ciclista urbano ha sufrido en alguna ocasión: circulamos correctamente por el centro del carril… y un conductor impaciente nos pita una y otra vez. Su actitud no sólo supone una evidente contaminación acústica, sino que pone en riesgo al ciclista, al que somete a un estrés igualmente innecesario. Pero esta práctica podría tener los días contados.
Barcelona ha aprobado recientemente una modificación de la ordenanza de circulación que prevé sancionar a aquellos conductores que se muestren irrespetuosos con los ciclistas. La nueva ordenanza tiene como objetivo principal sacar a los ciclistas de las aceras, como ya informó Ciclosfera. Y en esa batalla por la convivencia en la calzada, el consistorio quiere involucrar también a los conductores. Aunque sea a base de multas.
Más zonas 30
Aunque Barcelona cuenta con una importante red de carriles-bici, el Ayuntamiento prevé ampliar las llamadas zonas 30, en las que bicicletas y vehículos a motor comparten la calzada, y en la que estos últimos están obligados a circular a una velocidad máxima de 30 km/h. Es a esas zonas donde va dirigida la nueva medida, con la que se pretende que circular en bicicleta por la capital catalana sea un poco más agradable y seguro.
La propuesta de modificación de la actual ordenanza de circulación, que data del año 2007, fue aprobada gracias a los votos de CiU, PSC, ICV-EUiA y Unitat per Barcelona. El PP se desmarcó de la propuesta alegando que la ciudad no está preparada para sacar a los ciclistas de las aceras en condiciones seguras, al tiempo que reclamó al Ayuntamiento que castigue a los ciclistas incívicos.