El Ayuntamiento de Barcelona lo tiene claro: esta nueva era post Covid viene acompañada de una movilidad sostenible. De este modo, recomienda como principales formas de moverse por la ciudad la bicicleta, los desplazamientos a pie y el transporte público.
Ya queda menos para que el estado de alarma finalice y poco a poco iremos volviendo a la normalidad, las calles se llenarán de gente y los flujos de movilidad cotidiana se recuperarán. Es por eso que la ciudad quiere apostar por una movilidad que beneficie a toda la ciudadanía.
“La ciudad quiere apostar por una movilidad que beneficie a toda la ciudadanía”
Consideran que la bicicleta es “una manera alternativa de moverse en el día a día y el medio de transporte más eficiente en términos energéticos” así como una herramienta esencial para frenar la COVID-19 por varios motivos: es individual, no ocupa mucho espacio en la vía pública, minimiza el contacto entre personas y permite mantener las distancias de seguridad.
Uno de los objetivos es impulsar planes de desplazamientos en las empresas y que sean éstas las que fomenten una movilidad laboral más sostenible.
La bicicleta elegida como la mejor opción para moverse
En la actualidad, Barcelona ya cuenta con más de 200 kilómetros de carriles bici y 800 kilómetros de calles pacificadas. Para fomentar aún más el uso de la bici como medio de transporte se están habilitando 21 kilómetros nuevos de vías ciclables. Además, el Bicing, servicio público de bicicletas de la ciudad, ya se puede utilizar para desplazamientos y cuenta con 68 nuevas estaciones (y va subiendo). En todas ellas se están llevando a cabo medidas preventivas de higiene para garantizar la seguridad de los usuarios de este servicio (que también deben ser corresponsables, y usar guantes y mascarillas).
El Bicing puede usarse con total seguridad y cuenta con 68 nuevas estaciones… ¡y subiendo!
El Ayuntamiento de Barcelona tiene como objetivo reforzar el respeto a la movilidad ciclista en las calles 30 indicando la preferencia de la bicicleta ante el resto de vehículos por estos carriles. Esto se verá reforzado con una campaña de sensibilización para fomentar el respeto de los vehículos motorizados hacia los ciclistas que circulen por ellas.
Por último, el Ayuntamiento también ha repartido licencias para los servicios de bikesharing y motosharing, servicios de vehículos compartidos pero de uso individual de bicicletas y motos eléctricas.
Los peatones, lo primero
Los desplazamientos a pie, como ocurre en bicicleta, permiten mantener las medidas de higiene y seguridad tan necesarias en estos tiempos. Además, es una de las maneras orgánicas y naturales de moverse del ser humano.
En algún momento del día, prácticamente todo el mundo se mueve a pie por un motivo u otro. Para fomentar este tipo de desplazamientos, el Ayuntamiento de Barcelona quiere pacificar el tráfico y aumentar la superficie segura para los peatones.
Dentro de estas medidas destaca el cierre de carriles al tráfico. Barcelona ha conseguido ganar 500.000 m2 de espacio para los peatones cerrando 12 kilómetros a los vehículos motorizados, en distintas intervenciones realizadas en zonas tan emblemáticas como la Avenida Diagonal o la Gran Vía de les Corts Catalanes.
Barcelona ha ganado 500.000 metros cuadrados de espacio para los peatones
También se han ampliado las aceras para implementar la seguridad de los peatones. Las calles del Consell de Cent, de Girona y de Rocafort han pasado a tener un solo carril para la circulación de vehículos motorizados y en la Vía Laietana ha aumentado el espacio de las aceras. También se han cortado diariamente hasta 60 calles, de 9 a 21h (sumando 21,3 kilómetros de longitud, y más de 85.000 metros cuadrados) y siete grandes ámbitos o ejes principales en fin de semana y festivos (12 kilómetros, que sumando el ámbito de la montaña de Montjuïc alcanzan los 347.100 metros cuadrados).
Para garantizar el espacio de peatones en el espacio público, el Ayuntamiento también está llevando a cabo una campaña de sensibilización para que las motos aparquen en los lugares destinados para ello y no en las aceras, asimismo se tomarán medidas para todas aquellas que estén mal estacionadas.
El transporte público, alternativa sostenible
Barcelona ha adaptado el transporte público a la situación actual. Protocolos de desinfección y medidas preventivas sanitarias han sido los principales ejes de actuación. El transporte público de Barcelona sigue siendo un medio de transporte de referencia para los desplazamientos. Siempre que sea posible se recomienda mantener la distancia mínima de seguridad, pero las autoridades sanitarias ya permiten ocupar todos los asientos, y se ha abogado por la flexibilidad horaria y el teletrabajo para evitar aglomeraciones en horas puntas. Además, y entre otras medidas sanitarias eficientes, se incrementa la oferta de vehículos, se informa sobre el nivel de ocupación, se realiza un acompañamiento al viajero, se refuerza la higiene y desinfección y se realizarán pruebas de tratamiento con luz UVC. Además, recuerdan que es obligatorio el uso de mascarillas, lavarse las manos con frecuencia antes y después de ir en
transporte público, y evitar las horas punta.
Para conseguir un transporte público más fluido, el Ayuntamiento ha ejecutado un total de 17 intervenciones en las líneas de autobuses para segregar carriles bus, aumentar tramos o modificarlos.
Tras las medidas que van a llevar a cabo en el corto plazo para conseguir que el transporte público se posicione como uno de las tres formas de movilidad post-covid son: incluir el transporte público en el fondo de rescate de la COVID-19, de este modo se pretende dar respuesta al déficit generado durante estos meses; conseguir el prestigio que se merecen tanto el transporte público como los servicios de taxis, recuperando así la confianza de los usuarios; y la creación de un hub de autocares de excursiones en la estación del Norte, concentrando este tipo de movilidad en un solo punto para asegurar las medidas de seguridad.
El vehículo motorizado no es una opción
En cuanto al vehículo motorizado, desde el Ayuntamiento de Barcelona explica que “no debe ser una alternativa para la movilidad a la ciudad, por su alta incidencia en la contaminación ambiental y su importante siniestralidad”.
El uso de este tipo de vehículos disminuye el espacio público seguro y saludable de que hace uso la mayoría de la ciudadania. De este modo, Barcelona ya ha acabado la renovación de los parquímetros que permiten el pago sin contacto y cuyas tarifas benefician a los vehículos menos contaminantes.
De cara al futuro cercano, se van a llevar a cabo numerosas medidas para evitar que la ciudad se llene de coches. Entre ellas, van a potenciar los parking de bicicletas, motos y distribución urbanas de mercancías, puntos de recarga de vehículos eléctricos y espacios para operadores de coches compartidos; van a aplicar tarifas de estacionamiento en superficie del 2020 y reforzar la desinfección en los parquímetros; Fomentar el uso de apps móviles (SMOU, etc.); Poner en marcha cuatro vehículos de control del AREA; extender zonas de aparcamientos regulados en superficie; extender en el área metropolitana la distribución urbana de mercancías, para facilitar y mejorar la distribución de mercancías en varios municipios del área metropolitana.